Pilar Ribal, Pedro Vidal, Miquel Serra, Maria Antonia Estarellas, Antònia Roca, Jaume Buazà, Carmen Serra, Marga Prohens, David Barro, Jessica Stockholder, Carmen Arias, Fernando Gómez de la Cuesta y Guillem Ginard. | Jaume Morey

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Nueva noche grande en Es Baluard. Tras recibir el pasado miércoles a la directora de Arco, Maribel López, en un cóctel que sirvió de evento de apoyo mutuo, el museo de Palma inauguró oficialmente ayer su cuadrado expositivo conformado por Jessica Stockholden, José Fiol, Eugenio Dittborn y la muestra que se nutre de la Col·lecció, Nachleben. David Barro, director de la pinacoteca, ejerció una vez más de anfitrión de un acto al que acudieron la presidenta del Govern, Margalida Prohens; la vicepresidenta del Consell de Mallorca, Antònia Roca; y la presidenta de la Fundació Art Serra, Carmen Serra, entre otros.

El Aljub del centro fue de nuevo el punto de inicio de la velada. En él, los diferentes responsables realizaron sus parlamentos empezando por el propio Barro, que hizo patente su entusiasmo y decisión ante el cambio de rumbo propuesto para el centro: «No vamos a parar». Tras él, fue Carmen Serra quien habló del «día feliz» que era para todos por «contar con un plan estratégico y un espacio permanente» para la Col·lecció, los dos objetivos principales que el impulsor del museo, Pere Serra, tenía en mente, y por los «se sentiría muy orgulloso» de la labor llevada a cabo.

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David Barro, director de Es Baluard, durante su discurso.

El coordinador general de Cultura i Arts Visuals de Cort, Fernando Gómez de la Cuesta, acudió en representación del Ajuntament de Palma (el alcalde Jaime Martínez y el regidor de Cultura, Javier Bonet, seguían en el pleno). De la Cuesta sacó pecho, como otros hicieran antes y después, de que el Observatorio de la Cultura escogiera Es Baluard como «centro de referencia de Balears», además de tener a la Fundació Miró en segundo puesto y la entrada en el ránking por primera vez del Solleric que él gestiona. Acabó su parlamento señalando que «para los que llevamos tanto tiempo luchando por ser referencia a nivel cultural, ver esta efervescencia en Palma es emocionante».

Le siguió Antònia Roca quien aprovechó la oportunidad para recordar el proyecto de la Bienal B, de la cual aseguró que sirve como aperitivo la colaboración de Jessica Stockholder con artesanos locales (Pep Toni Ferrer y Magdalena Vidal, de Paumes i Brins) para llevar a cabo su pieza Punts Cardinals.

«Revolución»

Y finalmente, la presidenta del Govern y del Patronato de Es Baluard, Margalida Prohens, cerró los discursos recordando que «hace solo un año celebrábamos el 20 aniversario de Es Baluard y lo hacíamos con un sueño y un anhelo y parece mentira que solo un año después sea una realidad». Lo decía en relación a la «revolución» que está viviendo el museo desde la llegada de Barro, reiterando el «orgullo» que sentiría Pere Serra, y por si hubiera alguna duda aclaró: «Puede parecer un milagro, pero lo que es es mucho trabajo» que hacen que ahora «Es Baluard mire de tú a tú a los grandes museos del mundo».

Tras todos los parlamentos llegó el momento de que fuera el arte quien tomara la palabra. Así pues, todos los presentes realizaron un recorrido por las diferentes exposiciones, pudiendo comprobar de primera mano las Pinturas Aeropostales de Dittborn, comisariadas por Patrick Hamilton; la fantasía conceptual-verdosa de José Fiol en The Green Fog, comisariada por Raquel Victoria; lo arquitectónico-pictórico de la pintura expandida, de Jessica Stockholden, comisariado por Barro y Soad Houman; y las piezas de la Col·lecció que, por fin, tendrán una sala permanente y que se podrán empezar a disfrutar en Nachleben. Todo ello con la guinda del pastel: el mural de la canaria Laura González Cabrera que se puede ver en una de las vidrieras de la entrada y que juega con el nombre mismo de su exposición, suprimiendo la ‘N’ de Nachleben para que signifique ‘Oh, vive’, puede que en referencia a la nueva vida de Es Baluard.