El parque fotovoltaico de Son Salomó, en Menorca, ocupa una extensión de diez hectáreas. | Gemma Andreu

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El Ministerio de Industria y Energía está ultimando el Régimen Retributivo Especial de Renovables que impulsará la producción de energía solar y eólica en Balears. Esta legislación, que entrará en vigor en unos meses, convertirá las nuevas instalaciones de energías renovables en un buen negocio.

El Gobierno de Mariano Rajoy eliminó a principios de 2012 las subvenciones a nuevas instalaciones de energías renovables. No obstante, con el Régimen Retributivo Específico para territorios extrapeninsulares, Balears será una excepción y los parques de renovables de nueva creación que se instalen recibirán una prima anual por potencia instalada. De esta manera, se incentivan tres tipos de instalaciones: las solares fotovoltaicas en cubierta (sobre edificaciones), las solares fotovoltaicas en rústico y los parques eólicos.

La razón de este cambio es que producir energía en Balears es más caro que hacerlo en la Península. En concreto, generar un megavatio/hora costó 51 euros en la Península en 2010 y 140 en Balears.

De todas formas, los ciudadanos de Balears pagan la electricidad al mismo precio que en la Península, con lo que esta diferencia de coste de producción no se refleja en la factura de los hogares. En consecuencia, el sistema eléctrico balear genera un déficit que se incorpora al coste del sistema eléctrico nacional. Fue de 503 millones de euros en 2010.

Mediante el Régimen Específico de Renovables para Balears, el Ministerio ofrecerá una serie de primas a las instalaciones y, con todo, sale ganando por dos motivos: evita la necesidad de instalar nuevos grupos de generación y le sale más barato que pagar el sobrecoste de la producción de energía convencional.

“Si tú puedes generar energía en dos lugares, en uno pagan 140 y en otro 50, conviene ser productor donde más cobras. Hasta ahora la energía renovable en Balears se pagaba al precio peninsular, y esto era un error”, explica el director general de Industria y Energía, Jaime Ochogavía.

Con el nuevo Régimen Especial, los productores que decidan invertir en renovables cobrarán a partir de ahora el precio de mercado peninsular (pool) por la energía producida, pero además recibirán una retribución por potencia instalada que funcionará como un incentivo. Venderán la energía a Red Eléctrica Española, que es el transportista único y operador del sistema eléctrico.

El coste de la energía convencional producida es de 140€/MWh de media, pero esta cantidad no es uniforme en todas las Islas. El sistema eléctrico en Balears está dividido en dos subsistemas: el de Mallorca-Menorca y el de Eivissa-Formentera. El coste de la energía en Mallorca-Menorca se ha estimado en 84,6 €/Mwh. En cambio, llega hasta los 162,4 euros en Eivissa-Formentera, ya que funciona con gas natural.

“El subsistema de las Pitiüses produce la energía mucho más cara porque no está interconectado. Está aislado y generar la energía allí es mucho más caro”, advierte Ochogavía. No obstante, también serán más altos los incentivos para invertir en esa zona.

El Ministerio ha calculado la prima que ofrecerá a las nuevas instalaciones por la potencia que instalen. La retribución será de como máximo 76 €/MWh en Mallorca y Menorca y de entre 105 y 140 €/MWh para las instalaciones en Eivissa y Formentera. El sistema eléctrico nacional también saldrá beneficiado. El ahorro será superior o igual a 8€/MWh en Mallorca y Menorca, y de entre 30 y 40 €/MWh en Eivissa y Formentera. El beneficio, respecto a las energías convencionales, será del 10% en Mallorca y Menorca y de cerca del 20% en las Pitiüses.

Por ejemplo, un parque fotovoltaico en cubierta en Mallorca recibirá un incentivo anual de 35.402 euros por megavatio, solamente por tener la instalación. Y además de esta cantidad se pagará la energía producida al precio de mercado, que es una cantidad oscilante con una cláusula techo y una cláusula suelo.

Con una producción prevista de 1.500 horas al año, una instalación de un megavatio en Mallorca recibiría 23,6 euros la hora como máximo por potencia contratada. A esta cantidad se le añadiría lo que paga el mercado por la energía, que se prevé en una retribución media de 75,6 euros el megavatio/hora.

El beneficio del inversor dependerá en buena medida del precio al que pueda instalar el parque. “Si pagas 0,7 euros por vatio, una instalación de placas de un megawatio cuesta 700.000 euros. Con los precios que ofrece el Régimen Especial, un megavatio a 1500 horas te da 114.000 euros al año. Es decir, que se amortiza en poco más de seis años. En cambio, si pagas el vatio a 1,30, tardarás 12 años”, explica el director general.

CONDICIONES. Producir energías renovables será un buen negocio, aunque la generación está limitada. No se puede producir toda la energía que se quiera de forma libre, al menos en las condiciones que prevé el Régimen Especial.

El Ministerio llevará a cabo una subasta con el objetivo de otorgar las retribuciones y las cuotas de producción, que se adjudicarán al mejor precio. La equidad de acceso a la subasta estará garantizada, ya que está previsto que la puja sea por grupos de potencia y según el tipo de instalación.

Cualquier empresa o particular podrá participar, aunque con una serie de condiciones. Hay que depositar un aval de 50 euros por kilovatio. De manera que para una instalación de 500 kilovatios (en placas fotovoltaicas sería equivalente a una cuarterada) se requiere un aval de 25.000 euros, que es aproximadamente un 10-20% del coste de la inversión. Además, el plazo para poner en marcha la instalación fotovoltaica es de 18 meses desde la subasta, que se amplía hasta los tres años para los parques eólicos.

Por el contrario, quien no puede participar en la subasta es Endesa. La ley fija que las compañías que generan el 40% de la energía de un territorio no pueden aumentar su producción.

SOLAR Y EÓLICA. El Régimen Específico fomenta las llamadas energías maduras, que son la solar fotovoltaica y la eólica. Presentan una evolución tecnológica que las hace más eficientes y han conseguido una penetración en el mercado suficiente como para ser casi viables operando a precios de mercado. Y se adaptan al clima y a las características de las Islas.

La energía solar fotovoltaica es la más tentadora porque el precio de los módulos fotovoltaicos se ha reducido 14 veces en los últimos 25 años y continuarán bajando. Además, las placas instaladas aprovechan aproximadamente el 13,5% de la energía que emite el sol pero la investigación avanza rápidamente y se han conseguido rendimientos de hasta el 44%, que se espera que estén disponibles en el mercado en un futuro cercano.

Para abastecer el 100% de la demanda de electricidad en Balears sería necesario cubrir el 2% del territorio de placas solares. Si el rendimiento de los paneles aumenta, menos territorio será necesario. Y solo cubriendo los tejados de edificios urbanos se generaría un 57% de las necesidades de energía.

No obstante, por motivos de seguridad es imposible generar el 100% de la demanda de electricidad con energías renovables. El verdadero problema reside en la dificultad de coordinar producción con demanda. Es Murterar quema más o menos carbón de acuerdo a unas pautas de consumo. En cambio, el viento y el sol necesarios para producir la energía no se pueden garantizar, por lo que basar todo el consumo energético en este tipo de producción es inviable. Además, el Régimen Especial tampoco prevé el almacenamiento, con lo que producir más de lo que puede absorber el mercado sería tirar el dinero.

La Dirección General de Industria y Energía ha calculado que el subsistema Mallorca-Menorca puede absorber 190 megavatios adicionales de producción con fuentes renovables. De estos, solo 10 MW serían de producción eólica y 180 MW procederían de placas solares. Esto significaría que se duplicaría la potencia instalada de energías limpias hasta alcanzar el 15% de la potencia total del sistema.

En el caso de Eivissa-Formentera, la capacidad de penetración de las energías renovables dependerá de las infraestructuras eléctricas que se construyan en el período 2014-2020.

NECESIDAD. “Tenemos que ser conscientes de que necesitamos energía para vivir y hay que asumir un impacto territorial que con el avance en el rendimiento de las placas será mínimo”, advierte Ochogavía. Y añade: “Los molinos, lejos de ahuyentar a los turistas, son un motivo más de atracción en el caso del parque eólico de Es Milà, en Menorca, porque dan una imagen de destino comprometido con el medio ambiente”.

Con la entrada de este Régimen Especial se avanza en la consecución del Plan 20/20/20, una normativa del Parlamento Europeo que tiene un triple objetivo: reducir las emisiones de CO2 en un 20%, mejorar la eficiencia energética en un 20% y que el 20% de la energía consumida sea de fuentes renovables. Se consiguen otros objetivos como evitar la instalación de nuevos grupos de generación y ahorrar en la factura del sistema eléctrico, además de rentabilizar la inversión en parques fotovoltaicos y eólicos.

El Decreto de Renovables verá la luz en unos meses. Antes tendrá que recibir el informe favorable del Consejo de Estado, ahora en trámite.