Numerosos colectivos claman por la igualdad de oportunidades y por el mismo salario. | Pedro Prieto

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Las mujeres cobran, descontando todas las diferencias por características personales, un 21% menos que los hombres. Así lo revela un estudio pormenorizado de los determinantes de las diferencias en la remuneración del trabajo femenino.

La modelización de la brecha salarial trata de descomponer la diferencia (en euros) en la remuneración entre hombres y mujeres en dos partes. Por un lado, parte de esta diferencia en lo que cobran unos y otras se pueden explicar por características personales o del trabajo. Por ejemplo: más responsabilidad, tener más habilidades, trabajar más horas o producir más.

Por otro lado, parte de esta diferencia no es explicable: con las mismas características del puesto, igual situación personal e idénticas habilidades del trabajador, a un hombre le pagarán más que una mujer solo porque es hombre. Este segundo componente es lo que se denomina brecha salarial por razón de sexo y es lo que preocupa a las instituciones que velan para que no ocurra.

Este segundo componente se estudia mediante el modelo econométrico más utilizado en la literatura económica, la descomposición de Oaxaca. De su análisis se ha concluido que el 21% de discriminación de la mujer en su salario está solo explicado por su sexo. Ser capaz de discernir la brecha salarial de género con la diferencia entre el salario medio del hombre y de la mujer es clave para atajar este problema, puesto que el trabajo a tiempo parcial y de categoría inferior es más común entre las mujeres.

LA MÁS DISCRIMINADA. Las mujeres que cobran menos por hora trabajada en relación a los hombres tienen las siguientes características en conjunto: estudios de licenciatura, ingeniería superior, postgraduado o doctorado; con responsabilidad; con un cargo de dirección; trabaja a tiempo parcial; con contrato indefinido; tiene más de 55 años, y con antigüedad de 25 a 30 años.

El mismo estudio ha fijado por primera vez una diferencia entre la retribución media por hora y la retribución según rendimiento. Este segundo análisis mide los pagos de carácter más variable y proporciona un mejor ajuste de los resultados de la gran cantidad de empleo a tiempo parcial de la mujer. La brecha salarial es si cabe mayor que el 16,4% establecido para Balears. Concretamente, la ganancia media por hora era de 11,5 euros para los hombres y de 9,66 euros para las mujeres, con una diferencia de 1,84 euros de retribución por hora más para los hombres. Pero si se tiene en cuenta la ganancia total media por rendimiento, la brecha salarial llega al 38,4%. Es decir, que una vez ajustado, por el mismo rendimiento las mujeres cobran en Balears un 38,4% menos que los hombres.

El análisis de los determinantes de la brecha salarial de género según rendimiento observa la composición de las empresas para estudiar en qué sectores hay más discriminación de la mujer. El de la construcción es el que presenta menor discrepancia entre sexos, con una brecha del 26%. Le siguen industria, con el 39,9% de diferencia entre salarios, otros servicios (41,2%), hostelería (43,8%) y comercio, que presenta una brecha salarial del 51,7%.

En conclusión, el estudio sobre los determinantes de la brecha salarial de género demuestran que, efectivamente, existe diferencia de salarios en Balears, tanto en ganancia por hora como en remuneración por rendimiento, tal y como han recogido los datos. Las mujeres cobra menos que los hombres en cualquier circunstancia o característica personal, laboral, geográfica o empresarial, y la brecha salarial es mayor si se mide por rendimiento que por ganancia media por hora.

Con estos datos, Balears es una de las regiones con menor brecha salarial de España, pero aun así la inferioridad de condiciones de las mujeres en terreno laboral es evidente. España ocupó el puesto número 30 (de 136) en el ránking del Índice Global de Brecha Salarial de 2013, y los peores resultados fueron en participación económica y oportunidad y también en supervivencia y salud. Desde 2007 se ha retrocedido 20 puestos en esta clasificación, y solo en el último año se perdieron cuatro posiciones. El mejor resultado para España sigue siendo en presencia de mujeres en la política, con el puesto número 17.