Miquel Salom, director de la oficina de SMI Sistemas, ubicada en el Parc Bit. | Jaume Morey

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SMI Sistemes es una empresa pionera en el mundo de la tecnología. Su director Miquel Salom transmite ilusión, aunque es perfectamente consciente de las dificultades superadas. Mira al futuro con esperanza, pero sabe que no será fácil. Su apuesta es la eficacia. SMI ofrece hoy a las empresas un servicio global bajo la modalidad de pago por uso, que supone múltiples ventajas para los clientes.

“En mayo de 1987, cuando el mundo de los ordenadores era aún un gran desconocido para el gran público, un grupo de compañeros de trabajo decidimos empezar un nuevo proyecto y establecernos por nuestra cuenta. Ya en 1992, dos de los socios creamos SMI y desde el año 2000 soy el máximo accionista y director de la sociedad”, explica Salom.

Inicialmente, la empresa se estableció en Costa i Llobera, luego en Cecilio Metelo, después en Ramón y Cajal, posteriormente se trasladó a la calle Jesús y desde 2009, poco después de la llegada de la crisis, se encuentra en el Parc Bit.

El modelo de negocio ha evolucionado con el paso de los años. Inicialmente, la venta de ordenadores e impresoras era, junto a la confección de programas, el grueso de la facturación. “Vender es importante, pero nuestro sello de distinción es el servicio posventa, que es nuestra gran apuesta desde el primer día”, asegura.

SMI continúa apostando por la calidad del servicio, con la intención de fidelizar al cliente, “porque nuestro producto es bueno y nuestro servicio es profesional, rápido y eficaz”, señala Salom.

La crisis ha contribuido a la evolución y a los cambios de la empresa en todos los aspectos. SMI comenzó su singladura con ocho personas, en 2007 llegaron a 37, la crisis y el mercado ha obligado a redimensionar la empresa y ahora son 18.
Miquel Salom, siempre atento a las novedades del mercado y a un nuevo modelo de negocio que surgió en Estados Unidos allá por 2008, decidió apostar por el pago por uso.

“Durante estos últimos hemos variado nuestra filosofía. Comprobé que en Estados Unidos se estaba imponiendo la tendencia de pago por uso y decidí implementarla aquí. El empresario se ahorra así la inversión y por una cuota mensual tiene los productos que necesita, con el servicio y mantenimiento incluido. Es una nueva concepción. El riesgo financiero lo asumimos nosotros. Si el cliente crece, nosotros crecemos con él. Y a la inversa, claro está. Tener una cuota conocida es muy importante para las empresas, que pueden así saber exactamente a cuánto ascenderá su coste mensual en tecnología. Y no hay lugar a sorpresas. Durante los últimos cinco años hemos ido implementando este nuevo sistema y está funcionando”, asegura Salom.

SMI Sistemes es una empresa global, pero muy especializada. Es consciente de sus limitaciones y también de su principal valor, que Miquel Salom no duda en asegurar que es la eficacia.

SMI tiene dos grandes áreas de negocio, aunque están íntimamente ligadas. Una es el desarrollo de aplicaciones de software. “En ese departamento tenemos seis personas, que diseñan de forma constante, realizan nuevos desarrollos y mejoran los existentes. Un programa informático es un ser vivo, que no para de crecer y mejorar”, asegura.

La especialidad de SMI en el software es el sector de empresas de distribución y servicios. Tienen una completa aplicación de gestión, que está en constante evolución. Permite, por ejemplo, distintas localizaciones en puntos de venta, así como la total movilidad, de forma que la fuerza de ventas de una empresa pueda enviar datos de ventas, pedidos, cobros, etc. desde cualquier dispositivo móvil o fijo, de forma inmediata y estén donde estén.

La otra gran área de la empresa es la de sistemas, en la que se engloba la venta y el servicio técnico de la marca HP. “Nacimos con HP y ahí continuamos”, dice Salom, orgulloso de estar asociado con la poderosa marca. SMI, además tiene un servicio global, que no se reduce a servidores, ordenadores o impresoras, sino que también dispone de un pequeño data center para ofrecer servicios de valor añadido propios y en la nube, tan de moda últimamente.

“Mantenemos el modelo tradicional de negocio, continuamos vendiendo productos y servicios como siempre hemos hecho, puesto que aún hay muchas empresas que no quieren entrar en el nuevo sistema de pago por uso. No quieren atarse con una cuota y nosotros también los entendemos”, explica Salom. Aunque “de forma progresiva aumenta el sistema de pagar por lo que empleas”.

El director de SMI es un defensor convencido del pago por uso y lo defiende con vehemencia. “Las empresas tienen un coste conocido. Si no te va bien, sabes que podrás reducir los gastos. No solo hemos de hablar de ordenadores, sino de todo lo que es imprescindible para el funcionamiento de la empresa: el funcionamiento del sistema informático completo”, afirma.

SMI ha creado una marca para comercializar un paquete de servicios global, siempre a medida y personalizado para cada cliente. OmniaCloud es la marca que abarca todos los servicios y productos de SMI, con especial incidencia en los servicios en la nube.

“En nuestro data center, todos los sistemas son redundantes, todos los componentes están duplicados. No podemos permitir paradas de sistemas, aunque haya una avería. Si un sistema deja de funcionar, otro asume su trabajo de inmediato y de forma automática. Tenemos servidores donde se almacena toda o parte de la información de nuestros clientes, la que ellos deciden que gestionemos”, manifiesta Salom. SMI es así un socio de confianza que gestiona información, la guarda de modo seguro y se encarga de las copias de seguridad, actualizaciones y mejoras.

OmniaCloud es un conjunto de productos y servicios que se personalizan para cada cliente. La información de una empresa es fundamental, perderla puede significar el cierre. SMI también ofrece copias de seguridad gestionada en su data center, incluso con recuperación de desastres y/o alta disponibilidad.

“Las incidencias no son habituales, aunque hay que estar prevenido. Hay que tomar las medidas necesarias. Algunas empresas han sufrido ataques provocados por virus, que han encriptado su información. No hace falta hablar de una catástrofe como las torres gemelas o la torre Picasso. Nuestro sistema de copia de seguridad es fundamental en estos casos para garantizar la continuidad de la empresa. SMI quiere ayudar al cliente, que no tiene por qué saber de informática, para eso estamos nosotros”, afirma Salom.