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Como bien decía El Económico nº58, “con la privatización de AENA, Balears ha perdido la batalla por la cogestión aeroportuaria”, lo que es especialmente grave para el archipiélago balear, dado que sus aeropuertos tienen la máxima prioridad estratégica socio-económica y son el “sistema de transportes”, no “instalaciones adscritas” al sistema, como ocurre en la Península. Con la frustada cogestión pública, donde se preveían participaciones de cámaras de comercio, consells y ayuntamientos, descartada tras el actual proceso de privatización de AENA, hubieran sido posibles otras soluciones como el modelo participativo de las Juntas de Puertos, o bien el del aeropuerto de Zúrich, que cuenta con tres áreas: técnica (control aéreo), logística (handling y aerolíneas) e inmobiliaria (gestión de espacios comerciales, párkings, terminales y hangares).

El REB (Régimen Especial de Balears, BOE- Ley 30/98) ya contemplaba la creación de una comisión mixta (Estado-CA) “para analizar las potencialidades derivadas de las actividades de servicios relacionados con el sector de la aeronáutica, que permita una adecuada priorización para la ejecución de inversiones en infraestructuras turísticas”. Sin embargo, estamos todavía a la espera de su refrendo en las Cortes previsto para 2014.

Mientras tanto, se pueden hacer dos análisis. El primero, que el beneficio neto de explotación de 49 aeropuertos de España fue de 580,1 millones, resultado de 15 aeropuertos con beneficio (731,3 millones) y 34 con pérdidas (151,2 millones). Canarias, con 8 aeropuertos (de los que La Gomera y El Hierro dieron pérdidas), generó un beneficio neto de 320,5 millones (44,4% de la red nacional). Balears con 4 aeropuertos (de los que solo Son Bonet dio pérdidas) generó un beneficio neto de 103,5 millones (14,4% de la red nacional). Sumando los dos archipiélagos (12 aeropuertos, el 24,5% de los 49 aeropuertos operativos de España) hay un beneficio neto de 424,8 millones, el 58,8% de la red nacional. Añadiendo los aeropuertos que dan superávit como Barcelona, Madrid, Alicante, Valencia, Sevilla, Bilbao y Girona, vemos que casi todos ellos tienen un gran porcentaje de tráfico turístico. Barcelona (168,3 millones) más Madrid (84,7millones) contribuyeron con un 35% al beneficio neto de la red. El resto del beneficio (6,2% del total) corresponde a los otros aeropuertos con superávit.

El segundo análisis es que el volumen de tráfico de la red española totalizó 187,4 millones de movimientos (entradas y salidas) de los que Madrid tuvo 39,7 millones y Barcelona 35,2, lo que suma 74,9 millones (40% del total nacional). Balears totalizó 31,1 millones (16,6%) y Canarias 29,0 (15,5%). Los archipiélagos sumaron 60,1 millones, 32,1% del total, cifra cercana a la de Madrid-Barcelona.

El tráfico turístico en los aeropuertos en España (estimado en 2013) podría estar cerca del 70% del total de movimientos de pax y por ello AENA hoy es ya consciente de que el turismo sostiene la red española de transporte aéreo. Su interés en mejorar la estacionalidad permitió atender la petición de incentivos y descuentos de tasas en temporada baja para Canarias y Balears.