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A poco menos de dos meses para las elecciones autonómicas y municipales, los partidos políticos están reuniéndose con distintos colectivos para recoger ideas y propuestas que incorporar a sus programas electorales, por lo que me gustaría que tuvieran en cuenta lo siguiente:

La estructura de la empresa de las Illes Balears se caracteriza por el elevado peso de las micropymes, ya que con respecto al número de asalariados suman alrededor del 96,1%. De hecho, solo las empresas sin ningún trabajador asalariado representan cerca de 50% del total.

Las Illes Balears tienen que seguir desarrollando un modelo económico sostenible que asegure la prosperidad a largo plazo, asegurando también el mantenimiento de nuestra idiosincrasia e identidad para las generaciones futuras.

Nuestro patrimonio paisajístico y cultural es nuestra principal riqueza heredada y mas o menos conservada a lo largo de los tiempos. Hay que aprovechar y conjugar el entorno paisajístico, la situación geográfica, el clima, la hospitalidad y nuestra interculturalidad para atraer personas y empresas que basen su actividad en la creatividad, el conocimiento y la innovación.
Las Islas son punteras y un referente mundial en el sector turístico por lo que hay que seguir potenciándolo, pero además, tenemos que ser capaces de desarrollar otros sectores compatibles con la preservación del territorio y con capacidad de creación de nuevos yacimientos de ocupación, un buen ejemplo son las empresas de base tecnológica.

Se debería elaborar de un plan estratégico empresarial que determine la trayectoria de futuro de nuestras Islas donde, entre otros, se definan los sectores a desarrollar, las estrategias y las actuaciones a largo plazo, con el fin de dotar de estabilidad al tejido empresarial de nuestra Comunidad. En cualquier caso, debería ser superior a los periodos electorales y pactados entre los diferentes partidos políticos.

Además se debería solicitar un nuevo régimen fiscal al estado y la declaración como región ultraperiférica a la Unión Europea al igual que las Islas Canarias. Los dos archipiélagos padecemos los mismos impedimentos de crecimiento y desarrollo empresarial generados por el hecho diferencial de ser insulares.