El mapa ha sido elaborado por la Fundació Impulsa

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Balears ostenta el puesto número 175 en el ranking de competitividad global de un total de 263 regiones de la UE-28, lo que la sitúa en el tramo de competitividad baja. Solo se puede comparar con las regiones líderes en infraestructuras y salud y, en cambio, está a la cola en capacidad innovadora. Las Islas se sitúan en el cuarto tramo de cinco o, dicho en otras palabras, solo supera a una de cada tres regiones. Lo peor es que la baja competitividad impide mantener el nivel de renta per cápita. Desde la Fundació Impulsa, que ha elaborado la clasificación, se pone de manifiesto que la Comunitat tiene mucho trabajo si quiere posicionarse en el terreno de la economía del conocimiento y recuperar así el nivel de vida que se ha perdido en las dos últimas décadas, medido en términos PIB per cápita.


La Fundació Impulsa ha estudiado las 263 regiones de la UE-28 en 11 pilares claves dentro de tres grandes categorías. Las tres categorías son requerimientos básicos, impulsores de la eficiencia e impulsores de la innovación. La categoría de requerimientos básicos está formada por cinco pilares: instituciones, estabilidad macroeconómica, infraestructuras, salud y educación básica; la de impulsores de la eficiencia, por tres: educación superior, eficiencia del mercado de trabajo y tamaño del mercado; y la categoría de impulsores de la innovación está compuesta por tres indicadores más: preparación tecnológica, sofisticación empresarial y capacidad innovadora.

¿Qué dicen los resultados? Donde Balears está mejor situada es en infraestructuras y salud, y donde peor, en eficiencia del mercado de trabajo, educación superior, estabilidad macroeconómica y capacidad innovadora.
Por categorías, Balears obtiene el mejor resultado en requerimientos básicos (puesto 121), mientras que su posición es baja en impulsores de la eficiencia (195) y de la innovación (173).
De 2011 a 2014 ha subido siete puestos en el ranking de competitividad global, ya que ha pasado del puesto 182 al 175. En estos tres años ha mejorado en todos los pilares menos en el de salud, que ha bajado una posición. La comparación de 2014 respecto a 2008 también es positiva, puesto que justo al inicio de la crisis Balears ocupaba el puesto 179.

76 INDICADORES. Estos 11 pilares de la competitividad se sustentan sobre 76 indicadores concretos. Y de nuevo, si se mira cada variable de manera individual se puede comprobar que las de infraestructuras y salud están bien situadas.
Por ejemplo, Balears es la primera región de Europa en intensidad diaria de tráfico aéreo comercial. Ya ocupaba el primer puesto en 2008 y lo ha conservado hasta hoy en día. El alto número de empresas con conexión fija de banda ancha sigue dejando a las Islas en un puesto destacado (24), aunque ha perdido el número 1 que ostentó tanto en 2008 como en 2011.

La mayoría de variables de salud están en puestos destacados, como la baja incidencia de infartos (puesto 14), la poca incidencia de cáncer (43), la esperanza de vida (51) o la incidencia de suicidios (59).

Dentro del área de capacidad innovadora, donde Balears está en el número 221, destaca la concentración de trabajadores en clústeres de alta tecnología representativos (41). Otros indicadores que están entre los 100 primeros puestos son la concentración de actividad en servicios avanzados (puesto 48, dentro de sofisticación empresarial), el balance del género de la tasa de paro (69), la fiabilidad de los servicios policiales (70), el número de empresas que efectúan compras en línea (74), el balance de género de la educación superior (90) y de la tasa de empleo (90) y la calidad de las infraestructuras de transporte, telefonía y energía (95).

En cambio, en muchas variables que miden la posición competitiva Balears está a la cola de Europa. En abandono escolar ocupa el puesto 253; en patentes de biotecnología, el 248; en tasa de paro, el 240; en gasto en I+D las Islas ocupan el puesto 233; en estabilidad política, el 232; en protección de la propiedad intelectual, el 231; en déficit o superávit público, el 230; y en la tasa de paro femenino, el 229.

DESARROLLO. No es posible mantener las Islas en un estadio de desarrollo muy alto sin mejorar su competitividad, destacan desde Impulsa. Y lo dejan claro porque en Balears este matiz deviene muy relevante para explicar su estado actual. Las Islas se sitúan entre las regiones con un nivel de desarrollo “alto”, ya que ocupan el tramo de una renta per cápita de entre el 90% y el 110% respecto a la media europea. En concreto, hay 55 regiones más dentro de esta horquilla. Sin embargo, 40 de estas tienen una posición competitiva superior a la balear. La Fundación Impulsa divide las 263 regiones en cinco tramos, de una posición competitiva muy alta a una muy baja. Balears se sitúa en el cuarto escalón, con una competitividad baja. Y avisan desde Impulsa que la probabilidad de que Balears abandone el nivel de desarrollo “alto” (cuarto escalón) es muy elevada. De hecho, la Fundació indica que Balears ya abandonó la posición de desarrollo “muy alto” que tenía en el año 2000 como consecuencia de su baja posición competitiva.

En la actualidad, el PIB per cápita balear está bastante por debajo de la media de la UE-28, que fue de 25.700 en 2013, aunque se sitúa por encima de la media española.

BAÑO DE REALIDAD. Si se incide más en los datos de PIB per cápita, ofrecen mucha más información que ayuda a entender qué ha pasado en Balears en los últimos 15 años. La renta per cápita a precios corrientes, que se puede observar en el gráfico de la página anterior, ha disminuido durante cinco años consecutivos, de 2009 a 2013. Frente al PIB per cápita de 2008, de 25.717 euros, se perdieron 2.497 euros hasta los 23.220 de 2013, lo que supone una pérdida de bienestar cercana al 10%, aunque en 2014 mejoró hasta los 23.498 euros.

Pero desde la Fundació Impulsa ponen de manifiesto que si se tienen en cuenta las cifras a precios constantes (contabilizando el efecto de la inflación), Balears está mucho peor de lo que aparenta. De hecho, pierde PIB per cápita no solo durante la crisis (2008-2014), sino también en plena época de bonanza (2000-2007).

En el año 2000, la renta per cápita de Balears a precios constantes era de 28.163 euros mientras que la de un europeo era de 22.912. Y en estos 14 años, Balears ha perdido un 18,3% de renta per cápita, para situarse en los 22.997 euros. Así, todavía queda por encima de la media española, de 22.333 euros, pero se ha quedado por debajo de la europea, que con un crecimiento del 13,4% en los últimos 14 años se ha quedado en 25.977 euros.
Más concretamente, de 2000 a 2007 el PIB per cápita balear a precios constantes descendió un 6,4% mientras que en España aumentó un 14,2% y en Europa un 14,3% (a precios corrientes la renta per cápita balear aumentó durante este periodo). Este hecho explica que Balears perdiera la posición privilegiada de la que gozaba cuando entró el nuevo milenio. Entonces las Islas superaban en más de un 20% el bienestar de un español medio. Pero este diferencial se ha dilapidado: si en el año 2000 Balears superaba en 6.491 euros la renta per cápita media española, en 2014 solo la superaba en 664.

Siguiendo la interpretación de que el PIB per cápita mide el bienestar, en los años 2000 y 2001 solo se vivía mejor que en las Islas en Madrid y Navarra. En 2002 superaron a Balears Catalunya y el País Vasco. Las Islas aguantaron en el quinto puesto de la clasificación hasta 2007, cuando Aragón también pasó a ser más rica. La Rioja se había quedado solo a 10 euros de empatar la renta media per cápita balear, y la superó ampliamente en 2008. Así, Balears ya estaba en el séptimo lugar, un puesto que ha conseguido mantener hasta hoy. Castilla y León, que ocupa la octava posición, está ya cerca de superar la renta media per cápita de las Islas.

La Fundación Impulsa es muy clara al sostener que la baja competitividad de las Islas impide el mantenimiento del nivel de renta per cápita. Es decir, Balears está competitivamente alejada de las regiones que están igual de desarrolladas, y eso se debe a que no aprovecha de manera correcta la dotación de factores disponibles.

En estos momentos, la recuperación se sustenta mediante la aplicación de herramientas clásicas del lado de la demanda, es decir, política fiscal y monetaria. Esto, dicen, tiene que cambiar, y para ello es necesario sustituir las medidas coyunturales por otras estructurales que impulsen la productividad para poder situar de nuevo a Balears en el ranking de regiones con un desarrollo muy alto.

En concreto, especifican que la falta de eficiencia que presenta Balears no permite aprovechar el capital físico y humano de que dispone, a pesar de que las nuevas tecnologías son universales. Esto es porque el sistema público no es eficiente y las empresas no presentan el nivel de sofisticación que debieran, ya que dependen demasiado de competir en costes y en recursos naturales y son poco proclives a incoporar de manera efectiva las nuevas tecnologías.

Visto así, la red de infraestructuras y el estado de salud compensan en cierta medida la baja posición obtenida en educación básica y el empeoramiento experimentado por los determinantes de la estabilidad macroeconómica en los últimos años. Y con este diagnóstico, se denota absolutamente imprescindible mejorar la competitividad por la vía de los impulsores de la eficiencia y de la innovación.

SOLUCIONES. ¿En qué áreas hay que trabajar para poder subir en el ranking? Se pueden definir cinco líneas de trabajo. La primera es mejorar la calidad de las instituciones, con un funcionamiento eficiente, transparente y adaptado a las necesidades de las empresas y ciudadanos.

La segunda es recuperar la estabilidad macroeconómica, haciendo hincapié sobre todo en el déficit público y la deuda pública. La Fundació Impulsa habla de “evitar comprometer la disponibilidad de recursos a medio plazo”.

La tercera es aprovechar los recursos disponibles (físicos, humanos y tecnológicos), mejorando los procesos de producción en términos de eficiencia.

La cuarta es garantizar la eficiencia de los mercados de bienes y servicios y sobre todo del mercado de trabajo. Que la esfera educativa y la laboral estén adecuadamente conectadas.

Y la quinta y última es nutrir la capacidad innovadora, es decir, utilizar la estructura productiva para generar nuevos productos y servicios que aprovechen y retengan el talento regional.

RANKING EUROPEO. En comparación con las comunidades españolas, Madrid (59), País Vasco (98) y Catalunya (134) son las únicas que están en el tramo de competitividad media. Balears es la 12ª de España y 175ª de la UE-28 y supera solo a Murcia (179), Canarias (180), La Rioja (183), Castilla-La Mancha (197), Extremadura (206), Ceuta (244) y Melilla (235).

Las 10 regiones más competitivas de la UE-28 son Estocolmo (Suecia), Essex, Bedfrodshire y Hertfordshire de Londres (Reino Unido), Copenhage (Dinamarga), Alta Baviera (Alemania), París (Francia), Helsinki (Finlandia), Luxemburgo, Utrecht (Holanda), Flevolanda (Holanda) y Barkshire, Buckinghampshire y Oxfordshire (Reino Unido). Y las 10 peores son el noroeste, el centro-norte, el sureste y el centro-sur de Bulgaria; Grecia continental; el noreste de Bulgaria; el sureste de Rumanía; y el Egeo Septentrional, el Peloponeso y las Islas Jónicas de Grecia.