En total han sido más de 550 reuniones personalizadas con expertos del entorno económico y emprendedor mundial, de las cuales 200 han sido con inversores, que se han desplazado hasta Menorca para conocer personalmente a las startups y convivir con ellas en un evento donde la filosofía del mentoring en chanclas, como ellos mismos autodefinen, les ayuda a mejorar la creatividad y la innovación.
FIGURAS ESTELARES. Las 20 startups participantes en esta segunda edición (tuvieron 400 peticiones) llegaron a Menorca desde Estados Unidos, Finlandia, Brasil, Países Bajos, China, Reino Unido, Canadá y España para participar en un programa íntegramente diseñado para tomar aire fresco, analizar la situación actual de la startup y focalizarse en la escalabilidad del proyecto tal y como explicaban sus promotores, satisfechos de conseguido su objetivo. No hay que olvidar que en la primera edición de Menorca Millennials, ocho de las 20 startups participantes pudieron levantar en solo tres meses inversiones por valor total de 6,8 millones de euros.
El objetivo principal de Menorca Millennials es conocer en profundidad a los equipos detrás de cada compañía para valorar in situ sus habilidades y hacer un proceso de due diligence personal que permita acelerar las inversiones.
Las startups de esta segunda edición han estado alojados durante quince días en un complejo turístico ubicado en Playas de Fornells que se ha convertido en el epicentro de muchos de los encuentros que han podido experimentar y en los que han participado figuras destacadas como Patrick Morselli, que dirigió la expansión de Uber en América Latina y forma parte del equipo de WeWork; Martin Varsavsky, fundador de Prelude Fertility, de Fon y de Jazztel; Borja Escalada, fundador de Vector Cuatro y socio de los fondos de inversión Diamond Partners y Balam Fund; Bruno Giussani, director europeo de TEDGlobal, o Brett Bruen, exdirector de Global Engagement de la Casa Blanca y responsable de comunicación de crisis y de programas de diplomacia, entre otros.
Sesiones y propuestas de desaceleración que han podido complementar con workshops inspiracionales y actividades que les han permitido acercarse de una forma diferente a todos estos expertos e inversores. De este modo, han tenido la oportunidad de trabajar la gestión del caos a través de una experiencia culinaria al entorno de un concurso de paellas organizada en la finca de uno de los partners fundadores, pudieron hacer surf con inversores y con el top mundial de la disciplina Kepa Acero o recorrieron una parte de la isla en bicicleta al lado de Martin Varsavsky, que les explicó las claves para escalar una compañía. La ceremonia de clausura tuvo lugar en la singular Casa Venecia del puerto de Maó, en la que las startups pudieron realizar la presentación de sus proyectos antes los inversores.
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