Aina Amengual, Miquel Amengual Cifre, junto a su esposa Begoña Delgado Serra -sentada-, Miquel Amengual y Begoña Amengual. | Aina Ginard

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Modernizarse y adaptarse a las demandas del clientes es una obligación. Miquel Amengual Cifre, de 72 años, es el propietario de Mac Hotels y ejerce de presidente ejecutivo. Manda, capitanea la empresa y no piensa en la jubilación, sino que sigue buscando oportunidades de negocio.

Casado con Begoña Delgado Serra, los tres hijos de la familia trabajan en la empresa. Begoña, la mayor, es la directora general; Aina es la directora de explotación y compras, mientras que Miguel es el director de marketing y ventas. Trabajar con la familia tiene múltiples ventajas y algún inconveniente. La relación aseguran que es excelente, aunque es inevitable alguna discusión. El patriarca sigue trabajando y ejerce de líder entre sus tres hijos, que tienen perfectamente delimitadas sus competencias.

Mac es una empresa en constante ebullición. Cuenta con cinco establecimientos y su apuesta por modernizarse no es palabrería, sino que se traduce en una fuerte inversión en los últimos años. El paraguas de la marca Mac cobija al Mac Paradiso Garden (Platja de Palma), al Club Mac (Alcúdia) y al Mac Puerto Marina (Benalmádena, Málaga).

Además, y desde hace solo dos años, la empresa ampara la marca Pure Salt Luxury Hotels, que dispone de dos establecimientos de cinco estrellas: el Pure Salt Port Adriano y el Pure Salt Garonda.

Mac Hotels ha hecho un considerable esfuerzo inversor, que continuará el año próximo con la reforma integral del Mac Paradiso, que subirá de categoría, pasando de tres a cuatro estrellas. Además, la empresa cambia y evoluciona en busca de una mejora en los índices de rentabilidad. Así, hace ya dos años que decidió crear la marca Pure Salt Luxury para comercializar sus dos establecimientos de cinco estrellas.

Reformar y modernizar los hoteles para reposicionarlos en el mercado es una necesidad, pero no es el único cambio que ha experimentado la empresa en los últimos años. La comercialización ha experimentado una profunda transformación y la apuesta por la venta directa y las OTA es ya una evidencia. De hecho, en los dos establecimientos de la marca Pure Salt, los clientes llegados de la mano de un touroperador solo representan el 17%. En el Club Mac, en cambio, llegan al 65%.

LA HISTORIA. Miquel Amengual Cifre comenzó muy pronto a trabajar en la hostelería, como tantos otros jóvenes en aquellos años. Inició su trayectoria laboral en su Pollença natal y trabajó, entre otros, en el hotel Cala Sant Vicenç, en el Formentor... Ya como director, estuvo en Meliá y en diferentes establecimientos.

En 1976, Miquel Amengual se convirtió en empresario al alquilar el Hotel Garonda, que años antes había dirigido. Decidió entonces rebajar la categoría del establecimiento de cinco a cuatro estrellas. Poco después, los propietarios del establecimiento -un amplio grupo de pequeños accionistas- pusieron el hotel en venta y Amengual no dudó en comprarlo. Fue su primera adquisición. La trayectoria empresarial de Miquel Amengual no ha sido fácil. Fueron muchas las dificultades, pero mejorar el servicio al cliente ha sido siempre la gran prioridad. En 1980, construyó la Pizzeria L’Arcada, con capacidad para 600 personas y una de las primeras de la Isla. La inversión fue importante, pero el establecimiento consiguió convertirse en referencia y punto de encuentro para toda una generación de mallorquines.

En 1988, la empresa dio un sustancial salto al adquirir el actual Club Mac, entonces un complejo antiguo y desfasado formado por los hoteles Marte, Júpiter y Saturno. Eran hoteles viejos, inconexos, que con el paso de los años y mucha inversión, se han convertido en el Club Mac, de tres estrellas y con un total de 1.024 habitaciones. De aquellos viejos establecimientos -uno de ellos solo abría tres meses al año- ya no queda nada.

Mac Hotels no tiene presencia en el Caribe. Nada está descartado, aunque no entra en sus planes a corto plazo establecerse fuera de España. De hecho, Mac adquirió un solar en Dominicana en 1988, pero después de adquirir el Club Mac decidió venderlo.

En el año 2000 la empresa adquirió el hotel Paradiso, situado en la Platja de Palma. De tres estrellas, y con 133 habitaciones, está previsto que sea reformado y modernizado al acabar la actual temporada. Pasará de tres a cuatro estrellas.

En 2002 Mac Hotels adquirió el 51% del Hotel Port Adriano y en 2014 cerró la compra de la totalidad del establecimiento. Es un hotel de cinco estrellas. Con anterioridad, en 2012, habían adquirido el Hotel Puerto Marina en la localidad de Benalmádena en Málaga.

REFORMAS. En el invierno de 2015, Mac acometió la reforma integral y modernización del Garonda, situado en la Platja de Palma. Además, el establecimiento se convirtió entonces en el primer cinco estrellas de la zona. El pasado año llegó el turno del Port Adriano, que también sufrió una profunda transformación.

Una vez reformados los dos hoteles, la empresa decidió apostar por una nueva comercialización, por una forma diferente de vender el producto. “Port Adriano ya funcionaba sin el amparo de la marca Mac y con el Garonda dudamos si hacerlo funcionar como un hotel independiente, puesto que es un establecimiento muy conocido en Alemania, con un elevado número de clientes repetidores. Un creativo nos planteó la posibilidad de aglutinar a los dos hoteles de cinco estrellas bajo la marca Pure Salt Luxury. La idea nos encantó”, explica Begoña. “Mi padre, rápidamente, nos dijo que le gustaba la sal y recordó que era la primera mercancía que tuvieron los fenicios para negociar”, apunta Miquel.

PURE SALT LUXURY. Los hoteles de Pure Salt Luxury tienen unas características comunes. Son siempre de cinco estrellas y de un tamaño medio, ya que no tienen, en ningún caso, más de 150 habitaciones. La intención es prolongar la temporada al máximo, aunque de momento los dos hoteles que operan bajo la marca Pure Salt Luxury abren de febrero a noviembre.

“El concepto de la marca Pure Salt es el de un hotel boutique. Han de estar situados frente al mar, han de ser modernos desde el punto de vista arquitectónico y dirigidos a un cliente un tanto elitista o actual”, argumenta Miquel.

De hecho, el perfil del cliente del Port Adriano y el Garonda no es exactamente el mismo. “Los clientes de ambos establecimientos están poco tiempo en el interior del hotel y estamos muy satisfechos. No queremos que nuestro cliente esté todo el día en el establecimiento, sino que les proporcionamos todo tipo de información y les facilitamos posibles rutas para que su estancia sea lo más plácida posible. Incluso antes de venir, les enviamos mucha documentación. Queremos que tengan un excelente recuerdo de su estancia en Mallorca”, explica.

CLIENTES DIFERENTES. “Port Adriano siempre ha sido un hotel más internacional que el Garonda, entre otras razones porque la venta directa hace ya años que es importante. Tradicionalmente, la nacionalidad con más peso ha sido la alemana, aunque británicos, suizos o rusos también eran abundantes. Desde que creamos la marca Pure Salt, los suizos han crecido muchísimo y la diversificación de clientes se ha incrementado, aunque alemanes y británicos, casi a la par, son los más numerosos, en torno al 55% del total. En el Garonda, el perfil del cliente siempre ha sido alemán, aunque desde la remodelación del hotel y su reconversión en el Pure Salt de cinco estrellas se ha diversificado mucho la clientela”, asegura Miquel con el beneplácito de Begoña.

De hecho, durante el pasado año hubo un total de 97 nacionalidades. “El Garonda era un hotel en el que el 85% de la clientela era alemana, hoy solo representa el 37%”, puntualiza Begoña.

Pure Salt ha conseguido también entrar, y hacerlo con fuerza, en el mercado americano. De hecho, un 7% de los clientes ya son norteamericanos en los dos establecimientos.

La agencia de viajes online Expedia es la responsable de buena parte de la clientela de procedencia norteamericana, aunque también abunda la venta directa a través de la página web de la marca (puresaltluxuryhotels.com).

“En vista del hecho hemos decidido reforzar las campañas allí”, aseguran casi al unísono Begoña y Miguel. Pure Salt Luxury estuvo el pasado diciem bre en la fira de Cannes, especializada en lujo, y piensa proseguir por este camino.

MAC HOTELS. El Mac Paradiso, situado en la Platja de Palma y de tres estrellas, cuenta con 130 habitaciones. Será reformado el invierno que viene para convertirlo en cuatro estrellas. “Platja de Palma se está reposicionando como un buen destino. Mac Paradiso será un producto actual, que intentaremos comercializar también de forma directa”, afirma Miguel. Hoy en día, es un producto típico que abre con la llegada de los ciclistas, que cierra en noviembre, y que cuenta con una clara preponderancia del mercado alemán. Tanto Begoña como Miguel recuerdan la intranquilidad que les proporcionó la crisis turística previa a la inmobiliaria. “No puedes casarte con un solo tipo de comercialización”, asevera Miguel.

En el club Mac, en cambio, el cliente es 100% británico. Se trata, en este caso, de un turismo familiar, de clase media baja. Es un turista que ahorra durante todo el año para poder venir a Mallorca. La empresa es consciente del riesgo que supone contar con clientes de una sola nacionalidad, y más ahora con el brexit, aunque Mac ha conseguido convertir el Club Mac en un clásico para el mercado británico. Abre seis meses al año.

El hotel Puerto Marina es un establecimiento de tamaño medio, situado en Benalmádena. De cuatro estrellas, está destinado fundamentalmente al turismo familiar. “Fuimos a Benalmádena porque queremos trabajar todo el año. De hecho, continuamos buscando oportunidades. El Caribe requiere una inversión demasiado elevada, y en España el mercado se ha disparado, pero estamos atentos”, asegura Begoña.