OKUPACIÓN EN MALLORCA

Denuncian varios intentos de okupación de una planta baja en es Jonquet: «Ya no sabemos qué hacer»

La propiedad ha tenido que tomar medidas para proteger la edificación tras cuatro tentativas y agradece la actuación de las fuerzas de seguridad

Imagen del acceso a la vivienda que ha sufrido cuatro intentos de okupación. | F.F.

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Los vecinos de la barriada de es Jonquet también han sufrido en primera persona y de cerca la problemática de la okupación. Al menos, el intento de asalto a una planta baja que en la actualidad no está habitada y se encuentra a la espera de obtener la licencia de obras por parte del Ajuntament de Palma para proceder a su reforma. Así lo denuncia la propietaria, Juana Camps, quien a su vez ha querido agradecer la rápida actuación de la Policía Local, la Nacional e incluso de la Guardia Civil ante los cuatro intentos de okupación que, en poco espacio de tiempo, han sufrido.

La vivienda se encuentra en la calle Molí d’en Garleta del barrio de es Jonquet. Una vía en la que otras viviendas similares se encuentran también cerradas, en estado de deterioro y manifiestan síntomas de haber sido objetos de intentonas de asalto u okupación recientemente en un espacio en el que conviven esas viviendas de toda la vida con otras reformadas o de nueva construcción.

En primer término, la planta baja que ha padecido esas intentonas. Foto: F.F.

Preocupación

La dueña de la planta baja en cuestión recuerda que «ya estuvo okupada anteriormente y la dejaron hecha un desastre. Pusimos una alarma, e incluso candados para proteger la puerta y la ventana, y cada vez que ha intentado okuparla, ha sonado, nos han avisado y ha ido la policía», relata Camps, quien asegura que, además de esos intentos de asalto, «han pintado grafitis que Emaya ha limpiado», lamentando «la inseguridad que sufrimos y sentimos. Ya no sabemos qué hacer, incluso la hemos tapiado mientras esperamos el permiso de obras, que no llega», añade.

Panorámica de la calle del Molí d'en Garleta, en es Jonquet. Foto: F.F.

«Tenemos mucha ilusión en arreglar la casa, pero estamos preocupados. Y no es por la ayuda de la policía, que se han portado muy bien, es la justicia la que falla creo», comenta esta propietaria que ha visto como la amenaza de la okupación ha aparecido por una zona tranquila, de pasado marinero, pero a la vez en la que la presencia de edificaciones cerradas invita a los okupas a probar fortuna, gracias a la inquietud de los residentes.