La Federación Empresarial Hotelera de Mallorca cumple 40 años, ¿en el mejor momento de su historia?
Llegamos a los 40 en un momento muy importante porque se están produciendo cambios políticos y sociales muy importantes. Las organizaciones empresariales, como la FEHM, tienen vital. Hemos de dar la talla, no solo en defensa de los intereses del sector que representamos, sino también en la búsqueda de objetivos comunes y alianzas.
Y celebran los 40 años estrenando un nuevo logo.
Supone la renovación de nuestro compromiso con el territorio y por eso refleja la isla de Mallorca. Además, están las hojas de olivo como símbolo de las alianzas que queremos establecer con otros sectores y con esta sociedad en la que trabajamos y nos desarrollamos.
¿Qué ofrece la Federación, 40 años después de su fundación, a los asociados?
Tenemos básicamente tres líneas de actuación. En primer lugar, somos un lobby. Además, ofrecemos a los asociados asesoramiento de todo tipo. En paralelo, analizamos los factores clave de la política turística para crear un marco adecuado para mejorar la competitividad del destino. Finalmente, la última faceta es la reputacional, vinculada a mejorar la imagen del sector hotelero y del turismo en general.
¿Es el trabajo reputacional la asignatura pendiente?
Los hoteleros son los grandes desconocidos de la sociedad. Es una prioridad para la FEHM.
La temporada acaba de iniciarse y ya han surgido los primeros problemas de gamberrismo en Magaluf.
Se han invertido muchísimos millones de euros en Magaluf y eso ha provocado que hoy tengamos unos hoteles de primerísimo nivel. Es necesario que estos establecimientos se vean acompañados por otro tipo de oferta complementaria. Lo que se refleja en los medios de comunicación pasa en una calle, que no es, ni mucho menos, la imagen real de Magaluf.
La seguridad es uno de los patrimonios de Mallorca.
La seguridad es una prioridad, pero no hay una alarma especial. No podemos obviar los acontecimientos que están ocurriendo en Europa, pero nuestra confianza en los cuerpos y fuerzas de seguridad es total. Los hoteles son muy seguros y para ser aún más seguros todos deberían trasladar a la Administración quiénes son sus clientes y cumplimentar la ficha policial. No solo deben hacerlo los hoteleros, sino todos los tipos de alojamiento.
El convenio de hostelería acaba en abril de 2018, ¿ha llegado el momento de trasladar a los trabajadores las excelentes temporadas?
Trabajamos con las organizaciones sindicales para que el convenio de hostelería no sea una negociación aislada cada tres o cuatro años. Es voluntad de los empresarios que los empleados sean partícipes de los beneficios empresariales.
La Ley de Turismo está en proceso de cambio, ¿qué aspecto es el que más le preocupa?
Los cambios normativos no deberían jamás paralizar la inversión productiva, que crea valor y sostiene la generación de empleo y riqueza. Además, si se eliminan algunas exenciones es evidente que paralizarán en parte diferentes inversiones. Debería hacerse un estudio serio sobre las consecuencias de suprimir todas las exenciones. Tenemos unos edificios muy antiguos que estamos reconvirtiendo. Y queda mucho por hacer. Estamos negociando con el Govern y progresamos adecuadamente. Desde luego, si tiene que haber incrementos de capacidad sin consumo de territorio debería priorizarse que fuera en oferta reglada y no en oferta residencial. Todo el trasvase de plazas que se quiere hacer de una a otra pensamos que no es adecuado ni en términos económicos, ni sociales o ambientales. En lo económico, por la mayor capacidad de la oferta reglada de ofrecer servicios con mayor eficiencia y valor añadido; en lo social para evitar tensiones en el acceso a la vivienda y a bienes y servicios públicos.
¿El alquiler turístico en plurifamiliares debe continuar prohibido?
Hay usos que se tienen que prohibir porque no puede haber libertad total. Consideramos que la normativa actual contempla una serie de tipología de viviendas, que puede mejorarse, pero pensamos que no se puede incrementar capacidad con los plurifamiliares aislados. Me refiero a pisos sueltos, tanto de zonas turísticas como de cascos históricos. Ese patrimonio, en todo caso, puede rentabilizarse vía LAU, pero evidentemente no pueden incorporarse estos pisos al mercado turístico.
Entiendo que desde la Federación se oponen a que el actual tope de plazas hoteleras pueda ser cubierto por el alquiler vacacional.
Sería un error para el futuro de las islas que traspasaramos plazas regladas al alquiler turístico. Tienen que ser dos bolsas diferentes.
En mayo, récord de pasajeros. ¿Hay que estar satisfechos o preocupados?
Seguimos contando el éxito en récords. Y eso no es bueno. Lo importante no es el volúmen de ingresos ni de trabajadores o turistas. Lo importante es como se obtienen estos ingresos, qué tipo de trabajadores se contratan o qué turistas atrae el destino. Y el valor que añade el empresario a cada servicio que presta.
¿Pero hay que estar satisfechos o preocupados?
Preocupados.
2 comentarios
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depredadores de territorio,,,,generadores de empleo de baja calidad...y especuladores de gobiernos autonomos y alcaldes. no me interesais nada vuestras inversiones,,,,,arruix.
Ya pueden quitar este artículo, a nadie le interesa lo que diga Inmaculada, no hay comentarios, no hay interés, no hay cultura...