Y fue ahí, en Isidor Macabich número 25, donde empezó la etapa más actual de Almacenes Tur, un negocio que mantiene intacta la esencia familiar después de que las hermanas María José y María Luisa heredasen la tienda nueva en el año 1983. Ambas trabajan desde ese año y codo con codo con sus maridos Toni y Pepe, a quienes se suman en la actualidad sus hijas, Marta y Esther (hijas de María José), Clara, Marc y Vicent (hijos e hija de María Luisa), por lo que en la actualidad la quinta y sexta generación está al frente de este negocio mítico de la isla de Eivissa. También están vinculados al negocio Rosa María, hija de Pedro Xinxó a quien le correspondió la tienda antigua de la Marina que cerró en 1978, y los hijos de esta: Pedro, Carlos y Víctor.
Según explican, los cambios generacionales actuales siempre se han dado cuando los mayores han llegado a la jubilación y los jóvenes han terminado sus estudios o formación, mientras que en generaciones anteriores los cambios generacionales vinieron dados por el fallecimiento de los propietarios.
Almacenes Tur siempre ha sido una tienda de tejidos de todo tipo que ha ido evolucionando “según las necesidades del mercado”, por lo que han cambiado las telas de vestir y de confección por tejidos para hacer cortinas o bien para el hogar. “El recuerdo que tenemos es que en sa botiga vella, como se conocía la tienda del barrio de la Marina, el abuelo vendía mantones de payesa, telas para trajes tradicionales y se introdujeron prendas ya confeccionadas, como los vaqueros Lois. Pero el negocio siempre ha girado alrededor del textil”, explica Marta Tur, quien recuerda cómo su abuela paterna decía que en los años 40 venían de pueblos como Santa Gertrudis “para comprar telas para hacerse vestidos, cosa que en la actualidad ya casi no se ve de debido al auge de la ropa confeccionada. Ahora, el eje principal del negocio es la decoración del hogar”, asegura Marta Tur.
Antiguamente, Mariano Tur Escanellas viajaba asiduamente a Barcelona y Mallorca “para comprar las últimas novedades en textiles, al igual que Pedro Tur Villalonga”. En la actualidad, siguen viajando a las principales ferias textiles para tener las últimas novedades del sector, así como las mejores marcas del mercado para ofrecer a sus clientes. En esta amplia trayectoria de vida de Almacenes Tur, la tienda que abrió sus puertas en 1977 en Isidor Macabich, número 25, se amplió en el año 1987 y se reformó más tarde en el año 2006 “para poder actualizarla y darle una imagen más novedosa”, explican los actuales propietarios.
En todos estos años, el cliente de Almacenes Tur ha ido variando, aunque se mantiene intacta con el paso del tiempo “la gente de la isla, que toda la vida han comprado en Can Xinxó”. “Es muy gratificante para nosotros ver a gente joven que viene recomendada por sus padres o por sus abuelos, ya que ellos compraban en Can Xinxó”, explica Marta. De hecho, hay ibicencos e ibicencas que aún se refieren a la tienda como Can Xinxó. A la gente de toda la vida de Eivissa se suman quienes llegaron a residir aquí y clientes extranjeros que también tienen residencia en la mayor de las Pitiüses. “Hemos ido adaptando nuestros productos y servicios a los clientes extranjeros, no solo en el idioma, sino también en las medidas de los productos que se venden en otros países, por ejemplo, las medidas de los nórdicos”.
Una de las principales características del cliente actual es que requiere inmediatez, “lo cual nos obliga a trabajar con las nuevas tecnologías a nivel informático”. Por el momento, no se plantean la apertura de una tienda online ya que, precisamente, el trato “personal y la capacidad de valorar los productos en tienda ofrece un valor añadido a nuestros productos”. Durante todos estos años de vida, Almacenes Tur ha tenido que plantar cara al surgimiento de franquicias y grandes almacenes. “Siempre intentamos ofrecer un diferencial muy grande en la calidad y el servicio personal. La gran diferencia con los productos que se pueden comprar en las grandes marcas son las calidades”. De hecho, una de las cosas más gratificantes de su negocio es ver cómo los mismos clientes se dan cuenta “de que lo barato sale caro. Es el propio cliente el que valora la capacidad de recomendación que te ofrece poder tratar directamente con profesionales del sector, así como la atención después de haber comprado el producto”.
Precisamente esto, el trato personalizado y productos novedosos de alta calidad, es lo que diferencia a Almacenes Tur de otros negocios de la isla de Eivissa. “Tratamos con muchos proveedores y muchos tipos de productos para el hogar que hemos ido incorporando. Pero lo más importante para nosotros es poder satisfacer a nuestros clientes con lo que nos piden, por lo que cada venta siempre es personalizada”. En este sentido, explican que ven la competencia “como un rasgo que nos ayuda a crecer y mejorar”.
Uno de los puntos claves para la supervivencia del negocio en estos casi 150 años es el trabajo en familia, que conlleva “una implicación y responsabilidad de llevar un negocio que ha pervivido casi 150 años, lo cual se siente a la hora de trabajar implicados y unidos”. Como aspecto más dificultoso de trabajar en familia, Marta destaca “la confianza que se tiene con el trato, pero a la vez esto permite resolver cualquier situación sin resquemor”.
Entre sus planes de futuro, Almacenes Tur tiene previsto continuar adaptándose a las necesidades de sus clientes e “incorporar productos técnicos, tales como la domótica en cortinajes, materiales con nuevas características y las mejores calidades a los precios más competitivos”.
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