Creo que es necesario que la discusión se lleve a cabo con datos reales.
En mi opinión los datos reales son los siguientes:
1.- No se trata de un impuesto sino de una tasa turística. Es finalista. Podría y debería variar según los diferentes municipios, e incluso dentro del mismo municipio.
2.- Los menores de 16 años están exentos del pago, por lo que no afecta más al turismo familiar.
3.- La financiación de los municipios turísticos es inadecuada.
4.- El comité de expertos convocado por Hacienda y el recién creado lobby de los ocho municipios más turísticos de España reconocen la necesidad de mayor financiación, que solo puede llevarse a cabo fiscalmente.
5.- Los ingresos fiscales necesarios pueden llegar vía impuestos, que pagamos todos los españoles, o vía tasas que pagan solo los que utilizan servicios turísticos. Si preferimos que sea vía impuestos estamos mandando el mensaje de que los intereses de los turistas están por delante de los de los ciudadanos.
6.- Durante los meses de verano en ciertas partes de Balears hay un exceso de turismo que genera importantes externalidades negativas. Las tasas turísticas pueden ayudar tanto a que disminuyan los flujos del turismo marginal como a que se cuente con recursos para compensarlas.
7.- La tasa propuesta en Balears es inferior a la que se aplica en muchos lugares.
8.- No hay evidencia de que las tasas afecten negativamente a las corrientes turísticas. No ha pasado en Catalunya y no está pasando en Balears ni en los cientos de destinos en los que se aplican. La falsedad de la correlación tasas - descenso del turismo en 2001-2003 queda demostrada este año.
9.- Lo importante es el coste total de las vacaciones. Esta temporada hoteleros y compañías aéreas han aumentado sus precios en una cantidad superior al incremento de las tasas.
10.- The Economist y Skift recomiendan la aplicación de tasas por ser una de las pocas medidas que pueden tomar las autoridades para controlar las corrientes turísticas.
Y, finalmente, las tasas deberían de acomodarse a la realidad del mercado en cada uno de los distintos destinos de las Islas. Deberían ser utilizadas para obligar a las plataformas digitales a competir en igualdad de condiciones. Para defender un turismo de calidad en algunos lugares las tasas son imprescindibles.