Disparidad de sensaciones en el momento de hablar de saturación. Los residentes opinan que Menorca no está llena, mientras que los turistas bajan la nota a la sensación de tranquilidad. | Gemma Andreu

TWL

Situaciones desiguales en la facturación de los negocios menorquines, récord en la llegada de pasajeros al aeropuerto durante el mes agosto respecto 2016 (680.781 viajeros) o en el número de enlaces, pero disparidad de sensaciones entre residentes y visitantes acerca de cómo estaba Menorca. El Ecobarómetro balear 2017 concluía que los menorquines no tienen la impresión de que se haya llegado a una saturación de turistas esta temporada, pero el informe de la Fundación Gadeso bajaba la nota a la isla al percibir los propios turistas un cierto colapso. Este podría ser el termómetro de la temporada 2017 a la que el presidente de la Asociación Hotelera de Menorca (Ashome), Luis Casals, le ponía un notable en una entrevista reciente en El Económico, a finales de septiembre, aunque a colación de las diversas encuestas y estudios que se han publicado por parte de las patronales empresariales parece que ha habido un comportamiento desigual.

MAYO, EL MEJOR MES. Los resultados de la encuesta turística que elabora mensualmente la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa (PIME Menorca) desde hace 20 años a 250 empresas para valorar los resultados de sus negocios, ha tenido este año una valoración progresiva a la baja desde mayo a septiembre, comparado con la temporada anterior. Mientras que en el arranque de la temporada alta, en el mes de mayo, se mostraban optimistas porque un 47,16 por ciento de las empresas menorquinas de servicios turísticos habían aumentado su facturación, en junio se reducía este porcentaje al 40,79 por ciento y en el séptimo mes del año se constataba el gradual descenso con tan solo un 34,56 por ciento de las empresas consultadas que afirmaban haber tenido un mejor ingreso en caja. La llegada del mes de agosto, el momento por antonomasia donde se recupera el terreno perdido, confirmaba por parte de la patronal de la pequeña y mediana empresa que la temporada no estaba siendo tan buena como se esperaba. En este sentido, la lectura que hacía PIME Menorca era poco halagüeña, al destacar que la mitad de los negocios mantenía resultados y además un 26 por ciento empeoraba su facturación. La excepción eran las empresas náuticas y las de alquiler turístico vacacional, que afirmaban abiertamente una mejora en sus cajas. En cambio, cafeterías, bares y restaurantes, agroturismos y alquiler de vehículos lamentaban que se mantenían igual que la temporada anterior o disminuían los ingresos. Mención aparte para los comercios pequeños y medianos, que desde junio hasta septiembre constataban una pérdida de ingresos que no se beneficiaba del gran volumen de turistas que estaban visitando la isla. A la finalización del mes de septiembre, la patronal explicaba que no se habían visto cumplidas las expectativas que se habían generado.

ALQUILER TURÍSTICO. Los propietarios de apartamentos y villas turísticas habrán sido uno de los más beneficiados de esta temporada, tal y como coincidían a resaltar los dos informes emitidos por PIME Menorca y Ashome. La larga tradición que atesora el alquiler turístico vacacional en nuestra isla permite saborear unos buenos resultados, tanto en ocupación como en facturación, incluso por encima de los hoteles. Dos de cada tres empresas de alojamiento habrá facturado esta temporada más que el año pasado, y una de cada dos habrá ganado más dinero, según el estudio de Ashome. Atribuye los mejores resultados a las viviendas vacacionales en las que se ha incrementado tanto la facturación como la rentabilidad. Así lo manifestaba casi la mitad de los empresarios que sirven la oferta de complejos de apartamentos durante la temporada al estar muy satisfechos del resultado, con una estancia media de ocho días y medio, así como una ocupación más alta durante el mes de agosto. En números absolutos, las estancias turísticas suponen actualmente el 29,50% del total de la oferta de plazas turísticas de Menorca, con cerca de 22.000 plazas en más de 4.000 viviendas. En este sentido, tal y como refleja otro estudio ofrecido por Viturme, la Asociación de Empresas de Viviendas Turísticas de Menorca, el volumen de negocio generado es superior a los 58 millones de euros y generan casi 1.300 puestos de trabajo, entendiendo esta cifra como jornadas anuales. Para PIME Menorca todo ello repercute íntegramente en la economía de Menorca y se beneficia a la población menorquina, pero advierten que resulta necesario contar con una regulación que garantice la seguridad jurídica del alquiler turístico en la isla. “La modificación de la Ley de Turismo de Balears creemos que confunde, limita y dificulta todavía más la actividad”, afirmaba María García, secretaria general de la entidad en un comunicado emitido. “El alquiler turístico ha sido y está siendo beneficioso para Menorca, cuya larga tradición creemos que supone la única fórmula posible de socializar el turismo y redistribuir la renta turística entre todos los menorquines”, añadía García. La moratoria de un año para dar de alta cualquier nuevo alquiler turístico deja, por eso, demasiadas incertidumbres en el sector.

CAOS EN LAS PLAYAS. Los problemas de acceso a las playas del sur de Ciutadella se han recrudecido esta temporada, con situaciones de caos que han superado el colapso del año pasado y que han multiplicado el número de incidentes y situaciones de tensión. Atascos, invasión de propiedades privadas, quejas de los propietarios de las fincas ocupadas o incluso algún intento de soborno con el pago de 500 euros para acceder al parking de la playa, son algunas de las informaciones que han llenado titulares este verano. Los primeros problemas se registraron a principios del mes de junio en el acceso a los parkings de Macarella y Cala en Turqueta y se fueron cronificando durante prácticamente todos los meses de temporada alta. La elevada asistencia de vehículos quedaba reflejada en los datos del Servicio de Movilidad del Consell Insular de Menorca, que desde el inicio de temporada desviaba una media de mil coches en las inmediaciones de Macarella, Cala en Turqueta y Son Saura. La solución definitiva sigue en el aire, ya que desde el Consell Insular de Menorca se defiende que las playas vírgenes del sur de Ciutadella están ubicadas en zonas naturales protegidas por la ley y que, por lo tanto, se debe limitar tanto el acceso como la capacidad de estacionamiento. Su responsable de Movilidad, Miquel Preto, aseguraba al Diari Menorca que se añadía el problema de la ausencia de efectivos de la Guardia Civil de Tráfico, además del caso omiso que los turistas hacían de los carteles anunciadores. Unos argumentos que desde la oposición se criticaban por el cambio de modelo al clausurar zonas de estacionamiento que habían existido otros años, la falta de planificación, así como una actuación tardía poco efectiva. De momento, se ha adoptado un compromiso de mejora para la próxima temporada.