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Ibiza estaba considerada en el primer decenio del Siglo XXI como un destino maduro, obsoleto, con falta de productos turísticos diferenciados, con precios y rentabilidades hoteleras cada vez más reducidos. La estacionalidad cada vez mayor. La falta de sostenibilidad económica era evidente con el resultado de que la mayor parte de la planta hotelera estaba a la venta y las empresas se iban a hacer las américas invirtiendo en México y el Caribe. Toda la inversión iba a la construcción residencial, prácticamente nada en renovar la planta hotelera, con algunas excepciones.

Todo cambió a partir de 2010. El proyecto Ushuaia ha sido uno de los principales impulsores del cambio del modelo turístico de Ibiza en el inicio del segundo decenio del Siglo XXI, fortaleciendo la imagen de la isla como primer destino musical del mundo. Ibiza ha elegido superespecializarse, en música, hoteles temáticos, y el mercado del Adult Only, invirtiendo en la reestructuración de su planta hotelera hacia hoteles de 4 y 5 estrellas, convirtiendo los chiringuitos de playa en Beach Club, atrayendo a los mejores Dj del mundo, restaurantes de alta categoría, yates lujosos en puertos deportivos renovados, comercios y agroturismos de alto nivel. Ibiza atrae a mucha gente de todo el mundo, a los turistas de la clase ociosa ( ricos y celebrities) con sus yates de lujo, coches de alta gama y mansiones, con gasto ostentoso y también a una parte de los turistas de la clase productiva (clases medias) y especialmente a los jóvenes.

El resultado es que en estos últimos años Ibiza ha estado a la cabeza de los destinos turíisticos españoles en el crecimiento del PIB, en el gasto turístico per cápita, en rentabilidad hotelera, en crecimiento de los precios y en ocupación hotelera y de la oferta alegal en una temporada más amplia, menos estacional. Ibiza atrae trabajadores de otras partes de España y del Mundo y ha superado en un 20% la población que tenía antes de la crisis, en un 15% el empleo de aquellos años y en un 10% el número de empresas. Ibiza ha sido el destino turístico más caro el verano de este año 2017. La innovación y la especialización ha tenido éxito pero con el paso del tiempo otras empresas y otros destinos imitarán esta innovación y por lo tanto crecerá el número de empresas en Ibiza y en otros destinos que harán bajar de nuevo los precios y los beneficios. Luego para mantenerse en lo alto hay que estar siempre innovando.

Este éxito económico ha traído varios debates en la isla. Uno de ellos es la sostenibilidad social y medioambiental de este turismo, por los efectos que sobre las infraestructuras, sobre el medio ambiente y sobre los residentes tiene esta especialización y el crecimiento tan elevado de turistas y trabajadores que vienen de fuera en temporada. Otro debate es el que plantea la sostenibilidad económica de apostar por un turismo de millonarios de precios muy altos que puede hacer inviable venir al turista de clase media y al turismo familiar. Comentaré en este artículo este último a continuación y el de la sostenibilidad en el siguiente artículo.

El turismo de la clase ociosa sigue un patrón cultural que identifica el estatus a los gastos ostentosos y de lujo. La apropiación de ciertos bienes les aporta prestigio y reputación. El estatus se lo da la exclusividad y la exclusividad se la da el precio. De ahí que no siga la ley de la demanda sino al contrario el precio es el que da el estatus y cuanto más alto más aumenta la demanda. La llegada a la isla de rusos y árabes, futbolistas de élite y artistas y en general celebrities, le ha dado a la isla la imagen de isla de millonarios. Evidentemente los tres millones de turistas que han venido este año no son millonarios, pero sí que hay un efecto demostración cuando la clase media pretende adquirir el mismo estatus que la clase ociosa mediante la imitación de sus pautas de consumo.

El lujo se desea también por la clase productiva que lo puede obtener ocasionalmente en vacaciones en Ibiza que atrae por la juventud y belleza el ambiente, la música, la diversión y el lujo. Para toda esta demanda ocasional de la clase productiva es un lujo accesible pero hay que tener cuidado, el precio no puede superar lo que el turista obtiene de forma tangible (el bien) e intangible ( la emoción, la experiencia) y este año hoteles y otras empresas, han tenido que reducir precios que eran demasiado elevados. Es importante retener a estos turistas de la clase productiva y de la clase ociosa de mayor poder adquisitivo, para no volver al pasado y tener que competir con otros destinos de sol y playa mejor preparados para el turista corriente.