Pedro Pascual es el propietario de Hotels Viva.

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Hotels Viva está de fiesta. Celebra su vigésimo aniversario con una imagen renovada. Pedro Pascual, arquitecto de vocación y formación, es el propietario de una cadena que cuenta ahora con seis establecimientos, todos en Mallorca y de cuatro estrellas (tres en el puerto de Alcúdia, dos en Cala Mesquida y uno en la playa de Muro), además de un agroturismo, el emblemático Predi Son Jaumell Hotel Rural, que cobija entre sus paredes el restaurante de Andreu Genestra, que luce una estrella Michelin. Hotels Viva cuenta con dos marcas, la propia Viva y Vanity, que se refiere siempre a hoteles solo para adultos. Hotels Viva apuesta por que todos sus establecimientos sean en propiedad. De hecho, este año ha abandonado la gestión del Edén Binibeca en Menorca y tiempo atrás compró dos establecimientos, que finalmente acabó vendiendo. En todo caso, no descarta incorporar hoteles en management o alquiler, siempre y cuando cumplan con los parámetros de calidad de la compañía.

El hecho de que Pascual sea arquitecto ha tenido una clara influencia en la morfología de los establecimientos. El hecho de contar con diferentes piscinas -solo para adultos, únicamente para niños, para todos los clientes- es una de las características de los hoteles de Viva. Además, los establecimientos de la compañía cuentan siempre, como mínimo, con un restaurante temático, además del típico bufé. Y disponen también de un restaurante en la piscina.

Otra de las características de buena parte de la planta hotelera de Viva es que tiene habitaciones con una terraza en la parte superior, a la que se accede por una escalera interior. Hotels Viva hace una apuesta clara por el medio ambiente y dispone de cinco instalaciones de biomasa para calentar el agua de las piscinas.

Pascual sigue al frente de la empresa, pero ha iniciado ya el camino de la retirada. Sus hijos Biel, que es médico, y Bernat, arquitecto, han de conducir la empresa en el futuro. De hecho, ya están involucrados en la gestión, siempre asesorados por un amplio equipo de directivos.

Hotels Viva cumple 20 años, pero la trayectoria de Pedro Pascual en el mundo de la hostelería se remonta mucho más atrás. De hecho, empezó trabajando en un touroperador sueco con Jaume Verdaguer, que era el director general. “Hicimos algunos hoteles en Canarias y Mallorca. Poco después, junto a Tomeu Plomer y Miquel Ramis, fundamos una consructora. Nuestro espíritu era puramente inmobiliario”, explica Pascual.

HOTELEROS. La casualidad quiso que los tres amigos pasaran del mundo de la construcción al turístico casi sin querer. “Compramos un solar en la playa de Muro con la idea de hacer viviendas. Comenzamos la obras y la adminitración nos obligó a paralizar los trabajos. Estábamos obligados a construir un hotel porque el solar se encontraba dentro un centro de interés turístico declarado por el ministerio. Hablé con la familia Fluxà, que eran y son amigos, e hicimos el hotel que hoy se denomina Alcudia Park. Formalizamos una sociedad al 50% con Miquel Fluxà, que era quien gestionaba el hotel. Junto a Miquel construimos algunos hoteles. Nosotros éramos constructores e Iberostar los gestionaba. La propiedad era al 50% de Miquel y de nosotros tres”. recuerda Pascual, que explica que una nueva casualidad hizo que se convirtieran también en explotadores de un hotel. “Compramos un solar en segunda línea, donde hoy se ubica el Alcúdia Garden. Nuestra intención era continuar con Miquel, pero nos dijo que Iberostar no quería ningún hotel en segunda línea. Yo conocía a Jaume Verdaguer, que continuaba trabajando con el touroperador sueco. Conseguimos un contrato con garantía y, como teníamos el solar, el banco nos dejó el dinero para construir el hotel. Y así comenzó la cadena Garden, hace ya 28 años”, recuerda.

Y durante ocho años, Ramis, Plomer y Pascual lucharon por convertir a Garden Hotels en una de las empresas punteras del turismo en Balears. “No tardamos en darnos cuenta de que era un poco incongruente dedicarnos al mundo de la hostelería y mantener la sociedad con Iberostar. Miquel se portó muy bien, aprendimos muchísimo, y nos dividimos los hoteles sin ningún conflicto. Y Garden llegó a hacerse grande, siempre en Mallorca. Así comenzamos. Todo lo que ganábamos lo reinvertíamos en comprar solares para construir hoteles”, asegura.

Pascual se deshace en elogios a Ramis y Plomer. Asegura que eran como hermanos y que tenían los papeles perfectamente delimitados. Ramis se encargada de las cuestiones financieras y fiscales, además de dirigir la explotación comercial de los hoteles. Plomer se encargaba de la construcción, mientras que Pascual era quien buscaba los solares y diseñaba los establecimientos.

Hace ahora ya veinte años que, de común acuerdo, decidieron repartirse los activos de la sociedad. “No tuvimos ningún problema. Decidimos dividirnos los hoteles, que en aquel momento eran de una sociedad propiedad de los tres”, afirma Pascual, que recuerda cómo Ramis se quedó con la marca Garden. “Busqué a una persona que se encargara de la explotación de mis hoteles y Tomeu Plomer hizo lo mismo para los suyos. Poco después, nos sentamos Tomeu y yo y decidimos continuar juntos. No estaba previsto, pero acordamos crear una explotadora. No hubo una confrontación. Y así nació Viva, ahora hace 20 años”, explica Pascual.

Y Hotels Viva comenzó a crecer, puesto que apostaron desde el primer momento por la construcción conjunta de nuevos establecimientos. “Comprábamos el solar y cuando ya lo teníamos siempre contamos con la ayuda de los touroperadores y el banco para construir el hotel. Así, y con alguno en gestión, Viva llegó a contar con 16 establecimientos. La gestión no fue complicada, puesto que en Mallorca tenemos unos profesionales excepcionales. Nosotros no teníamos ninguna experiencia en la explotación hotelera, pero hay directivos muy preparados”, asegura.

EN SOLITARIO. Pedro Pascual y Tomeu Plomer no han tenido ningún problema, pero el pasado año decidieron romper su alianza para facilitar así el acceso a la gestión de la segunda generación. Se repartieron los hoteles y, tras abandonar la explotación del Vanity Edén Binibeca, que no era de su propiedad, Viva se quedó con seis hoteles y el agroturismo de Son Jaumell.

“Nos repartimos los hoteles. Ha sido fácil. Somos amigos. De hecho, tenemos aún inversiones conjuntas en el Caribe y en la Marina de Calvià”, explica Pascual.

Hotels Viva afronta el año de su vigésimo aniversario con una imagen renovada y con la vista puesta en el futuro. Pascual fija la consolidación de la marca como el más importante de los objetivos a corto plazo. Además, transpira ilusión cuando habla del proyecto de la Marina de Calvià.

Monserrate Amengual, CEO de Hotels Viva, coordina las distintas actividades e inversiones realizadas por la familia Pascual. “El proyecto de la Marina de Calvià ha estado ralentizado, pero ahora vuelve a arrancar. Una vez finalizado, tendrá unas 400 viviendas -repartidas entre VPO, precio tasado y vivienda libre-, un centro comercial de unos 25.000 metros cuadrados y una zona hotelera de 2.000 plazas, repartidas entre cuatro establecimientos. Ahora estamos retomando la urbanización”, relata Amengual.

La Marina es un proyecto de la famila Pascual compartido con Tomeu Plomer y una promotora madrileña.

Pascual explica también que tienen previsto desarrollar un proyecto hotelero en la localidad granadina de Salobreña. “Nuestra idea es construir en primer lugar un hotel de 250 habitaciones”, afirma, mientras Amengual muestra en una tableta el render del nuevo establecimiento.

Hotels Viva ha invertido cinco millones de euros este invierno en la reforma integral del Edén Lago. Además, ha destinado tres millones más a diferentes mejoras en otros establecimientos. Ahora, la totalidad de sus establecimientos están actualizados, aunque Pascual tiene claro que en un hotel siempre se pueden hacer mejoras.

LEY DEL TURISMO. Pascual es un ferviente defensor de la Ley del Turismo. De hecho, considera que ha sido fundamental para que los hoteleros hayan podido modernizar sus establecimientos y en muchos casos subir de categoría. “No hace tantos años que alguna cadena tenía diversos activos en venta ante la imposibilidad de reformarlos. Ha sido milagrosa. Las normativas urbanísticas municipales, en muchos casos, te imposibilitaban modernizar un hotel. Había edificios fuera de ordenación en los que era muy complicado y, en ocasiones, imposible, hacer mejoras. No está todo reformado aún. Ni muchísimo menos. Queda mucho por hacer. Las grandes cadenas han reformado todas, pero quedan muchos pequeños hoteleros que por una u otra razón no han podido hacer obras aún. La Ley del Turismo debería mantenerse”, asegura Pascual.

La apuesta de Hotels Viva y la inmensa mayoría de hoteleros pasa por la calidad. Pascual tiene claro que es el único camino posible, al tiempo que explica que no tienen descartado convertir el Vanity Golf en un cinco estrellas. “Hay un segmento de clientes que está dispuesto a pagar, pero que quiere ser bien atendido y disfrutar de máxima calidad”, afirma.

TURISMO DEPORTIVO. Hotels Viva emprendió hace ya algunos años el camino de la desestacionalización. Pascual recuerda cómo octubre se ha convertido ahora en un buen mes, mientras que años atrás estaba prácticamente toda la planta hotelera cerrada. Amengual explica cuál es el argumento de Hotels Viva para luchar contra la estacionalidad y señala al turismo deportivo como determinante para mejorar la ocupación en temporada baja.

“Hace ya algunos años que el Viva Blue se especializó en ciclistas y triatletas. Además, esponsorizamos a Mario Mola y Carolina Routier, que son dos de los mejores triatletas del mundo. Apostamos también por el tenis. Hemos firmado un acuerdo con el touroperador alemán más importante en el mundo del tenis para nuestros establecimientos de Cala Mesquida. Tenemos unas pistas alquiladas y estamos estudiando la posibilidad de construir un centro tenístico en Cala Mesquida. El tenis es también un importante elemento desestacionalizador, puesto que su temporada alta es abril y mayo”, asegura Monserrat.

SON JAUMELL. El agroturismo Predi Son Jaumell Hotel Rural, situado en el municipio de Capdepera, es un producto diferente al resto. “Las cinco familias que invertimos en el Caribe y fundamos la marca Excellence compramos la finca de Son Jaumell con la intención de construir un campo de golf. No fue posible y acabamos desistiendo. Existía una possessió con las condiciones adecuadas para hacer un agroturismo y nos decidimos a intentarlo. Respetamos al máximo los elementos tradicionales de la possessió y los complementamos con otros de carácter moderno. Abre de marzo a octubre, es un producto de lujo que cuenta únicamente con 24 habitaciones. Además, tuvimos la suerte de apostar por Andreu Genestra, que consiguió una estrella Michelin y ha convertido al restaurante en un complemento excepcional para el hotel, que es explotado por Hotels Viva”, relata Pascual.