Los cruceros siguen siendo un sector en crecimiento mundial, también en Balears. Es una actividad que está generando una reflexión colectiva en el puerto de Palma que aporta diversos y no siempre coincidentes puntos de vista. El turismo internacional está en una fase de crecimiento que afecta especialmente a los destinos maduros como el nuestro.
El foco no está ya en crecer, sino en el desarrollo. Ese aspecto nos coge con inexperiencia en cómo resolver esta ecuación. Desde distintos sectores sociales y en función de sus intereses y sensibilidades se lanzan mensajes y exigencias unilaterales.
Para quienes tenemos la responsabilidad de encontrar la adecuada gama de grises, ello nos supone afinar en la receptividad de los hechos, en el diagnóstico y en su respuesta, ya que formamos parte del engranaje administrativo que tiene que actuar sobre el modelo de sociedad que más convenga.
No se nos verá en el bando de los que lo exigen todo blanco, como tampoco en los que lo quieren todo negro. Esa responsabilidad es la que creo que hemos asumido el Consejo de Administración de la APB.
Los cruceros en Palma tienen un determinado impacto y junto a otros agentes estamos en el camino de dar la adecuada respuesta, sabiendo que estamos en un destino turístico que ya recibe 15 millones de visitantes y que nuestros aeropuertos superan los 30 millones de pasajeros.
La náutica de recreo sigue también su curso ascendente y de consolidación. También nos conviene ya analizarlo desde la posición de desarrollo más que de crecimiento. No puede haber más amarres y nuestra costa tiene una presión que no puede sobrepasarse en los meses centrales.
Hay consideraciones medioambientales, pero también de satisfacción de un producto turístico que a partir de una densidad se desliza hacia la mala calidad. Estrategia contraria a la que ya hemos consensuado todos los sectores públicos y privados.
Para finalizar este recuento, queda referirse a la principal actividad industrial que tenemos en la actualidad: el mantenimiento de las embarcaciones de recreo, situado en posicions de liderazgo mundial. Se va a reordenar el espacio industrial en Palma, lo que posibilitará embarcaciones de mayor eslora, a la vez que se desarrollarán unos espacios nuevos en Maó y Alcúdia, estos en vías de licitación y de adquisición de la razón del sentido común.