Cincuenta profesionales relacionados con la viticultura han participado en una mesa redonda sobre estrategias de comercialización del Vi de la Terra Illa de Menorca. | Gemma Andreu

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Fortalecer el tejido agroalimentario y emprendedor de la isla, contribuyendo a mejorar su comercialización, es uno de los principales caballos de batalla que se persiguen desde el Consell Insular de Menorca. Hace tres años, la Conselleria de Promoción Económica que dirige Miquel Company decidía elaborar un Plan Estratégico que pretendía poner en valor los productos menorquines con el objetivo de situarlos en el mapa más allá de Menorca.

Una hoja de ruta estructurada en diversas fases, que empezó con el lanzamiento de la marca Made in Menorca para poder ofrecer un paraguas potente a todos aquellos pequeños productores agroalimentarios, pero también tratando de unir esfuerzos y sentando en la misma mesa de trabajo a elaboradores y restauradores para llegar más fácilmente al consumidor final.

La puesta de largo de todo este primer trabajo culminó en la organización de la Fira Arrels, cuya segunda edición el pasado mes de abril, batió record de expositores y asistentes con la venta de 20.000 degustaciones. En paralelo se ampliaron desde la Conselleria una serie de líneas de ayudas para la proyección del producto menorquín, cosa que contribuyó al alumbramiento de proyectos como el de Farmers & Co, impulsado por parte de Sa Cooperativa del Camp para dar salida a los productos del campo de Menorca y que está en fase de expansión con la implicación de más cooperativas a nivel balear.

Pero sin duda una muestra del empuje de los pequeños productores agroalimentarios fue la asistencia y participación el pasado fin de semana a la celebración de la Fira Orígens de Olot, la cita enogastronómica más destacada de Catalunya donde se dan cita los mejores productores agroalimentarios. Acudían como región invitada y se consolidaba la presencia de productos menorquines fuera de la isla, con la participación de Menorca también en un showcooking.

MARKETING. Este segundo semestre del año se están llevando a cabo diversas iniciativas en la misma línea en la que se ha conseguido involucrar a casi un centenar de productores y elaboradores agroalimentarios para trabajar aspectos como la formación o la creación de foros de reflexión que permitan intercambiar experiencias.

Un total de veinticinco productores agroalimentarios iniciaron hace unos días un programa formativo dirigido a la mejora de la competitividad comercial y el enfoque hacia el consumidor. Se trata de seis seminarios que se desarrollarán a lo largo de los meses de octubre y noviembre para que conozcan los principales conceptos y herramientas del fortalecimiento de sus negocios en los ámbitos de la comercialización, el marketing y la comunicación digital.

Tal y como explicaba durante su presentación el consultor empresarial Oriol Cesena, responsable del curso, se quiere dotar de herramientas de profesionalización comercial al pequeño productor que vive en un entorno de competitividad muy elevada por un exceso de oferta que dificulta su desarrollo comercial sumado a la presión digital del consumidor.
Por su parte, una de las participantes en el curso, Maria Tudurí, una payesa que ha recuperado la actividad agraria de la finca Es Capell de Ferro, opinaba que se trata de una gran oportunidad para mejorar en aquello donde se siente más inseguros, pese a que había tenido que buscar las horas para asistir el curso donde no las tenía.

En la misma línea de promoción, cincuenta profesionales relacionados con el sector de la viticultura, la gastronomía y la distribución participaban esta misma semana en una mesa redonda para hablar sobre estrategias de promoción y comercialización del Vi de la Terra Illa de Menorca en la que compartieron experiencias con bodegueros provenientes de Lanzarote, cuyo territorio guarda bastantes similitudes en cuanto volúmenes de producción y características de preservación natural al ser también Reserva de la Biosfera.