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Hay que felicitar a los organizadores del cuarto Summit Shopping Tourism and Economy celebrado en Madrid. Organizado por Juan Antonio Samaranch, el objetivo era demostrar la importancia de China como emisor y obtener fondos para incrementar la promoción allí. El Gobierno chino no era patrocinador, pero su sombra lo cubría todo.

Asistió el embajador Lyu Fan, que nos recordó que su país es el primer mercado emisor. Se olvidó de señalar que la mayoría de esos turistas viajan a los destinos cercanos en Asia y que solo cinco millones vienen a Europa.

Global Blue señalaba que solo en compras cada chino gasta 2.529 euros por viaje, el doble que los otros extracomunitarios o que los europeos por el total del desplazamiento. No aclara que incluye el IVA que se les devuelve y por el que la empresa se lleva una comisión.

Si multiplicamos esa cantidad por los 515.000 que vinieron el año pasado, el resultado es de algo más de 1.300 millones, a los que habría que sumar otros setecientos por el viaje y la estancia, hasta un total de dos mil millones. Sin embargo, el Banco de España nos dice que el gasto total de los chinos en España no llegó el año pasado a los ochocientos millones de euros, es decir unos 1.400 euros por persona.

Desde la Administración no se quedaron atras. La secretaria de Estado Isabel Oliver señaló que España es el cuarto destino y aspira a ser el número uno en turismo de calidad y shopping. Grandes aspiraciones inalcanzables. Aseguró que se podrían generar ingresos suplementarios de 20.000 millones de euros con un aumento posible de los visitantes de allí. Como los ingresos actuales son de 800 millones, solo habría que multiplicar por 25 el número de los chinos que nos visitan o por diez el de todos los asiáticos. Para ello bastaría más promoción, facilitación de visados y mejor conectividad.

Con mucho más sentido común, Juan Cierco de Iberia indicó que de nada sirve abrir nuevas rutas si estas no son rentables. Parece que respira por la herida de las aventuras chinas de su empresa.

Más prudente estuvo el representante de Meliá, a sabiendas de que en su casa se apuesta por China como país receptor más que como emisor. Claro que hay que promocionarse en China, pero centrándose en Madrid, Barcelona y Sevilla, que es lo que ligeramente se conoce allí. No centrarnos en los mercados en los que somos líderes puede ser un grave error.