Este servicio forma parte del catálogo de tecnologías al servicio de la empresa que gestiona la Oficina de Transferència de Resultats d'Investigació (OTRI) de la Fundació Universitat-Empresa de les Illes Balears (FUEIB).
Tal y como explica el Dr. Escalona, Franja Roja ha sido la primera empresa del sector vitivinícola de Balears que ha conseguido un proyecto de innovación y desarrollo tecnológico financiado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Se ha desarrollado durante tres años y finalizó en 2018.
“El objetivo se centra en la mejora de la gestión integral del viñedo con el fin de mejorar la calidad de las variedades autóctonas mallorquinas tintas -manto negro y callet- y blancas -premsal blanc-, base de la viticultura diferenciada de la DO Binissalem. Para ello se han implementado nuevas tecnologías basadas en medidas fisiológicas, sensorización, aplicaciones web e imágenes de satélite para el seguimiento del estado hídrico y nutricional del cultivo, así como del crecimiento y potencial de las cepas”, indica.
RESULTADOS. A partir de esta información, añade, se puede mejorar el procedimiento del riego, los aportes nutricionales y la fertilización, el ajuste de la carga -la cantidad de uva que se deja en cada cepa- y la vegetación, sobre todo para las podas en verde. Se ha podido saber la respuesta diferenciada que debe darse a cada variedad local y se ha podido implementar un sistema automático de alarmas que ayuda en la toma de decisiones del viticultor.
También han podido constatar que para las variedades callet y manto negro es necesario ajustar muy bien las dosis de riego, ya que un exceso afecta negativamente a la calidad.
José Luis Roses, propietario de Bodegas José Luis Ferrer, explica que está muy satisfecho por el proyecto: “Creo que es muy importante la I+D+i en el sector agroalimentario. Colaboramos con diferentes entidades de fuera de Balears y con la UIB, dentro del CDTI, porque con el cambio climático nos resulta interesante estudiar las variedades autóctonas, que son las que más están adaptadas a nuestras condiciones, y hacer una gestión óptima de los recursos hídricos”, comenta.
El objetivo último es mejorar la calidad de la uva y el vino de la DO Binissalem y de Mallorca.