Final de año para las bolsas europeas

En todo caso, uno de los más rezagados es el IBEX español: en esta sección se ha comentado repetidamente las numerosas resistencias (cada 200 puntos) con las que tiene que luchar si supera los 9.200 puntos, nivel que le cuesta consolidar.

No hay duda de que la incertidumbre política de los últimos años, y con pocos visos de aclararse, ha ayudado a formar estas resistencias. En caso de romperlas no podrá cantar victoria hasta superar los 10.200, pero si lo consiguiera habría un factor muy positivo: a partir de ese momento encontraría muchos soportes de apoyo. En todo caso, si volviera a perder los 9.200 debería buscar apoyo en 8.900 (posiblemente los mediáticos 9.000 ya serían una resistencia suficiente).

El EuroStoxx lleva algunas semanas intentando romper y consolidar la resistencia de 3.700: de hacerlo los máximos desde 2015 (3.830-3.900) serían su objetivo. En caso contrario tiene apoyos en 3.600 y 3.500.

Situación parecida la del CAC francés que busca los 6.130 (máximos de 2007) con un segundo objetivo en los máximos históricos (6.950 del año 2000). Sus soportes, dependiendo del riesgo a asumir, son 5.630 y 5.100.

Por último, el DAX alemán también se está acercando a una resistencia muy importante: sus máximos históricos (los 13.600 fechados en enero de 2018); cuando los rompa, tendrá vía libre de subida, algo que se daría si el mercado percibe que la recesión germana no será real y que sus empresas continuarán generando grandes beneficios. Los soportes por debajo de este nivel están en 13.100, 12.800 y especialmente 12.400.

Las negociaciones tras las elecciones de esta semana en el Reino Unido, las políticas monetarias y, muy especialmente, los resultados de las empresas marcarán si se van rompiendo resistencias o hay que esperar en soportes. Habrá que estar atento a las próximas semanas.