Imagen de archivo de una típica casa vacacional en Mallorca, de grandes dimensiones y con piscina. | Maria Nadal

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El alquiler vacacional permanece cerrado, al menos de momento. Desde el día 11 podrán abrir sus puertas las viviendas que se ofertan para turistas, aunque hasta que no se alcance la ‘nueva normalidad' los clientes deberán ser mallorquines. En la práctica, la conectividad es la clave para salvar la temporada, puesto que sin aviones las ocupaciones serán extremadamente bajas. El mercado nacional, y también el local, pueden contribuir a que algunas viviendas vacacionales abran sus puertas, pero uno y otro son casi residuales. Esta modalidad turística se posiciona ahora como más segura porque permite evitar las masificaciones.

El alquiler vacacional es un fenómeno de reciente aparición, pero que ha llegado para quedarse. Durante el pasado 2019, un total de 2.012.478 turistas se hospedaron en alojamientos de alquiler en Baleares; 1.289.680 en Mallorca; 271.931 en Menorca; y 450.867 en las Pitiüses. Tiene una cuota de mercado del 12,23% en las Islas.

En estos momentos hay 101.008 plazas de alquiler turístico en Mallorca, según el Registre d'Establiments, que corresponden a 16.123 viviendas. También están de alta 100 comercializadores de estancias y 43 empresarios de vivienda.

Habtur
Antoni Serra, presidente de Habtur Baleares, considera que las perspectivas son, hoy por hoy, «fatales», si bien reconoce que «la situación puede cambiar en las próximas semanas». «La temporada de verano solo con turistas nacionales no despierta ningún entusiasmo. La demanda en España es muy limitada. Nuestros principales mercados son habitualmente el alemán, británico, suizo, francés... Los españoles, al menos hasta ahora, han sido casi residuales», explica.

Serra reconoce que puede incrementarse la demanda local y también la nacional, si bien se muestra convencido de que sin extranjeros la temporada será muy mala. «Es cierto que aún tenemos reservas para los meses de verano, pero a medida que se aproxima la fecha de entrada se van anulando. Esperamos que la conectividad internacional pueda recuperarse a partir de julio. Es el mejor escenario que nos planteamos, aunque dependerá de las decisiones que se adopten en Europa sobre los vuelos internacionales», asegura. En este sentido, Serra considera que será complicado que las aerolíneas recuperen la normalidad si no pueden volar con su capacidad intacta. «Deberían crearse pasillos sanitarios seguros entre los mercados emisores y los destinos. Si hay conectividad habrá clientes», señala, aunque asegura que en todos los casos el precio de comercialización será inferior.

El presidente de Habtur es consciente de que el alquiler vacacional tiene una ventaja competitiva respecto a otras ofertas, puesto que evita las masificaciones. «Es evidente que no puede haber masificaciones en una vivienda vacacional. Además, debemos reforzar todas las medidas higiénicas para que todos nuestros clientes puedan estar tranquilos», indica.

Finalmente, Serra explica que la administración autonómica ha aplazado el pago por las plazas de julio a octubre. El presidente de Habtur asegura que en función de la temporada debería prolongarse durante un año la concesión.

Las perspectivas son negativas también en otros destinos españoles. La Federación Catalana de Apartamentos Turísticos (Federatur) estima una caída de la facturación del 85% debido a la pandemia.

Comercializadores
Los comercializadores siguen muy pendientes de la actualidad, pendientes de la reapertura del espacio aéreo y de la conectividad. Como empresas, han tenido que hacer ERTE y reanudarán su actividad en función de la vuelta a la normalidad.

La empresa Homerti gestiona alrededor de 1.300 casas vacacionales en Mallorca y unas 300 en Valencia y la Costa Blanca. Pep Arrom cree que salvar la temporada en Mallorca se subordina a la reactivación de los vuelos. «Dependemos totalmente de la conectividad aérea, ya que el cliente local no es significativo», indica. Explica que los clientes están cancelando a un mes y medio vista, de forma que por el momento se mantienen las reservas para los meses de julio, agosto, septiembre y octubre, aunque no entran nuevas. «El perfil de propietario es de negocio familiar, una vivienda cerca del mar o una casa de campo que les viene por herencia y que complementa la pensión o el sueldo», explica, volviendo a lo importante: «En esta temporada mandarán las conexiones aéreas. Creo que si se puede volar, los clientes que tienen una reserva vendrán. De cara al año que viene, veremos si hay más opciones, dependerá de si hay rebrotes aquí o en los países de origen», se pronuncia.

Una opinión similar tiene Toni Barceló, de Mallorca House Rent. Gestiona unas 100 casas y, de ellas, lleva la gestión integral de un 70%. «Estamos intentando capear el temporal. Mantenemos gran parte de las reservas de finales de junio en adelante. Creo que el cliente alemán, si puede venir, quiere venir», menciona. «Nosotros tenemos un 60-70% reservado entre julio y agosto. Un 75% de nuestros clientes son de habla germánica, ya sean de Alemania, Austria o Suiza. Tenemos un cliente residual inglés, que está cancelando más. Y una pequeña parte peninsular, que tampoco ha cancelado. Además, cerca de la mitad de las reservas canceladas entre abril y junio han pasado a 2021. Esperamos que el Gobierno publique una guía de limpieza antes del día 11 de mayo para saber a qué protocolos de seguridad e higiene nos tenemos que atener», puntualiza.

Toni Muñoz, de Your House Group, tiene esperanzas depositadas en el turismo local y nacional. La empresa cuenta con unas 300 unidades entre casas y apartamentos. «Nuestra zona de influencia es el norte de la isla, Alcúdia, Pollença y Can Picafort. Siendo positivos, las fronteras se abrirán en agosto. Siendo realistas, en septiembre. Veremos. En cuanto al turismo nacional, parece que están dispuestos a venir aunque tengan que coger un avión. Y dado que las casas no se llenarán, estamos trabajando en ofrecer las unidades al cliente local con un precio mensual. Tendremos que rebajar los precios a un tercio, no tendrá la misma rentabilidad, pero estamos preguntando a los propietarios si están dispuestos. Hay mallorquines a los que les gustaría y hasta ahora no lo podían pagar. Y también hay propietarios que decidirán disfrutar las casas ellos mismos. Pero el turismo local no salvará la catástrofe del alquiler turístico este año. Todo depende de cuándo se abran las fronteras», indica.

Juan Luis Tovar, gerente de Mallorca Home Villas, no es tan positivo. «Las perspectivas han variado de más optimistas a más pesimistas. Los gobiernos alemán y británico se han mostrado reacios a los viajes. Ahora parece que hay un cambio de mensaje. En cualquier caso, el daño ya está hecho y pinta mal. Si hay temporada, servirá para cubrir algunos gastos, pero poco más. A día de hoy hay mucha incertidumbre y todo depende de la conectividad. Sí que somos positivos en cuanto al futuro. El sector del alquiler vacacional saldrá reforzado por la seguridad que da una casa privada», señala.

Mientras que Francesc Mora, de Finca Villa Mallorca, que gestiona 40 casas de forma directa, explica la difícil situación en la que se encuentran tanto las comercializadoras como los propietarios. «Son momentos de mucha incertidumbre. No tenemos ningún tipo de información. Sabemos que los clientes que tienen reservas quieren venir, y que las casas vacacionales tendrían más demanda que los hoteles. Esperamos desde hace semanas protocolos de limpieza y que se dicten medidas de seguridad para los aviones, porque así sería mucho más fácil planificar la actividad. Sin embargo, el mundo del turismo cambiará. Quebrarán portales de reservas, aerolíneas, restaurantes, empresas de transporte... Todo será muy diferente. Los propietarios que están más perjudicados son los que tienen una hipoteca, porque si la vivienda se dedica al alquiler vacacional la ley no permite aplazamientos del pago de la hipoteca, mientras que sí lo permite el alquiler por vivienda habitual o si es una residencia particular. Los propietarios tendrán muchos gastos y ningún ingreso. Para empezar, las tasas de basura, que son mucho más elevadas que una vivienda particular a pesar de que solo se ocupan cinco meses al año. También hay que ver qué pasará con la ecotasa», informa.

Mora ve «inviable» la opción del turismo local. «Creo que la demanda será residual. Estaremos todos en crisis y no tendremos ganas de gastar. Podría haber una demanda de fines de semana, pero no compensa el coste de preparar una casa para solo dos días. Normalmente solo tenemos un 3% de clientes españoles, no creo que sea mayor este año. Y por la parte de la oferta, muchos propietarios se plantean alquilar para vivienda habitual, pero son casas con instalaciones muy buenas. Un alquiler normal no es suficiente para cubrir el mantenimiento y además sobrarán viviendas», comenta.

Plataformas
Las principales plataformas internacionales de alquiler turístico, Airbnb y Vrbo (antes HomeAway), lanzan mensajes de optimismo a los propietarios y de seguridad a los clientes.

Desde Vrbo han dado una serie de recomendaciones de seguridad para los propietarios que van actualizando, con pautas específicas para limpiar y desinfectar de forma correcta. «Creemos que una vez alcancemos la nueva normalidad, los viajeros buscarán destinos nacionales menos masificados y alojamientos alternativos como las viviendas vacacionales, donde disfrutar del aire libre en espacios privados pero sin renunciar a compartir las vacaciones con sus seres queridos», indican. Añaden que los clientes demandarán reservar una propiedad con condiciones de cancelación flexibles o gratuitas.

Airbnb ha decidido reembolsar el 100% o permitir obtener un crédito de viaje de reservas realizadas hasta el 14 de marzo para entradas entre este día y el 15 de junio que hayan sido canceladas debido a la COVID-19 -no así las posteriores a esta fecha-. Como compensación, la plataforma se compromete a abonar a los propietarios el 25% de lo que obtendrían según su política de cancelaciones, pero dada la antelación, en la mayoría de los casos no les corresponde nada. Los propietarios también pueden cancelar las reservas sin ninguna penalización.

Además, establecerá un Programa de Limpieza Avanzada que los anfitriones deberán cumplir. De forma opcional, ofrece a los propietarios la posibilidad de bloquear en la plataforma las 72 horas siguientes a la salida de un cliente, para garantizar un tiempo prudencial hasta que pueda entrar el próximo. Señala que “los hogares se han convertido en un refugio”.