Miquel Fluxá, presidente de Iberostar, considera que la normalidad se recuperará en 2022, pero matiza que deberán observar el impacto en la economía mundial. | Teresa Ayuga

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El presidente de Iberostar Miquel Fluxá (Inca, 1938), es una de las voces autorizadas en el mundo del turismo. Su dilatada experiencia de éxito y su siempre ponderado parecer hacen que su criterio sea respetado por todos. Mantiene y defiende sin fisuras que su apuesta por la calidad es irrenunciable. Reclama a Madrid que no caiga en la tentación de subir los impuestos y recuerda que para poder repartir riqueza, primero hay que crearla. Está convencido de que Baleares se recuperará con prontitud, si bien cree que no se alcanzará la normalidad hasta el año 2022.

-¿Cómo afronta Iberostar la crisis de la COVID-19?
-Con preocupación y responsabilidad, haciendo un presupuesto realista y analizando la situación financiera para poder afrontar esta nueva situación.

-Entiendo que es el peor escenario posible para el sector turístico...
Sin duda, no podríamos ni imaginar una situación como esta.

-¿Es muy desigual el impacto de esta crisis en España, Dominicana, Cuba…?
-El timing es distinto pero las consecuencias son las mismas. Hemos tenido que cerrar todos los hoteles de la compañía.

-Entiendo que ostentar la propiedad de muchos de sus activos da fortaleza a la empresa, especialmente en estos momentos.
-No hay duda de que tener piedra es muy importante. Aunque a corto plazo está devaluada.

-En los establecimientos en alquiler o management, ¿ha sido fácil llegar a un acuerdo con los propietarios?
-Si no ingresas no puedes pagar. Nosotros hemos podido hacer acuerdos en consonancia con las circunstancias.

-España se perfila como uno de los destinos que se recuperarán más tarde… ¿Qué destinos se recuperarán con mayor prontitud?
-Hay todavía muchas cuestiones a definir y parece que, a corto plazo, los destinos a los que se puede ir en coche tienen ventajas y habrá un cierto reparo a volar en avión. Habiendo dicho esto, destinos como Baleares, muy conocidos por los turistas europeos que conocen la calidad de los hospitales y la profesionalidad en el sector turístico, creo se recuperarán antes.

-¿Cree que la demanda se recuperará? ¿Cuándo?
-La gente quiere y necesita unas vacaciones. La recuperación dependerá de los avances sanitarios y especialmente de la aparición de una vacuna efectiva.

-¿Considera que la temporada de verano está perdida en Baleares?
Esta pandemia ha tenido una evolución muy rápida. Hace tan solo seis semanas pensábamos que los vuelos a Baleares, se reiniciarían a final de junio. Hoy sabemos que no será así y será un éxito si se pone una capacidad del 30% del año anterior. Esto va a llevar una presión sobre los precios muy importante. Iberostar, si no puede vender a precios que permitan dar calidad, prefiriere tener los hoteles cerrados, igualmente si los ingresos nos llevan a pérdidas.

-En septiembre de 2019 quebró Thomas Cook y ahora ha llegado esta crisis. ¿El futuro pasa por la venta directa? ¿Tienen futuro aún los turoperadores?
-En los destinos vacacionales los turoperadores continuarán siendo esenciales. Creo que los turoperadores canalizan como mínimo un 60% de los clientes. Los grandes cambios ya se han producido.

-¿Cree que la recuperación será en ‘V' y que, por tanto, la temporada de 2021 será ya de total normalidad?
-El año 2021 será ciertamente mejor que 2020, pero hoy es difícil prever. Depende de la actitud del consumidor, de las regulaciones que pongan los estados y de si sale una vacuna efectiva antes de final de año. Creo que la normalidad la alcanzaremos en 2022 aunque tendremos que observar el impacto económico en la economía mundial.

-¿Será la conectividad el principal problema?
-Sin duda.

-¿Debe redoblar esta crisis su apuesta por el medio ambiente?
-Indiscutiblemente, hemos visto las consecuencias en un periodo corto de tiempo, como por ejemplo la transparencia de las aguas en los canales de Venecia.

-¿Ha paralizado o modificado la actual crisis su plan de inversiones y nuevas aperturas?
-Las hemos parado pero las continuaremos enseguida que salgamos de la situación actual.

-¿Qué medidas deberían implementar las administraciones públicas para contribuir al mantenimiento de la principal industria de Baleares?
-El Gobierno tiene que apoyar y defender la empresa (sea del tamaño que sea, pequeñas, medianas, grandes) sin discusión porque es la base de la creación de empleo y riqueza. Tiene que agilizar los procedimientos, especialmente los que pueden ayudar a reducir costos (ERTE), no puede tener la tentación de subir impuestos, primero hay que crear la riqueza y después repartirla.

-La apuesta por la calidad es firme. ¿Puede haber vuelta atrás? ¿Están abocados a bajar precios?
-En estos momentos difíciles no podemos tener la tentación de bajar la calidad, sería un gran error. Si la mantenemos, nos ayudará a vender a buenos precios en el futuro.