Los agricultores ya podrán vigilar posibles plagas en sus cultivos sin necesidad de acudir al lugar. Un grupo de investigadores de la Universitat de les Illes Balears (UIB) ha desarrollado una tecnología que permite detectar y monitorizar plagas en cultivos agrícolas y plantaciones forestales.
Inicialmente, esta tecnología surgió a través de un proyecto europeo para combatir la mosca del olivo, pero actualmente está orientada a cualquier tipo de plaga. Su sistema captura en cuestión de horas diferentes imágenes de trampas adaptadas para atrapar un determinado insecto, registra datos de temperatura y humedad. Toda esta información se envía a un servidor para su visualización desde cualquier sitio. La información generada por el sistema permite decidir en qué momento y dónde aplicar tratamientos con insecticidas. De esta forma, se automatiza el proceso de seguimiento y control de la plaga evitando desplazamientos.
Miguel Ángel Miranda, investigador y profesor de la UIB, explica el funcionamiento de la tecnología y sus principales aplicaciones. «Esta tecnología complementa y mejora el sistema tradicional de control de plagas, que se hace con una trampa que captura los insectos. El sistema hace una foto automáticamente a la placa y la envía a un servidor junto con la temperatura y la humedad. Esto permite tener el control diario de la plaga sin tener que desplazarse hasta la plantación. Permite aplicar la agricultura de precisión, para afinar más en los períodos en que puede haber una explosión de la plaga, y también se puede afinar en qué zonas de la parcela es necesario aplicar tratamientos plaguicidas y en qué zonas no, lo que evita contaminación y ahorra combustible y trabajo», indica.
Asimismo, el investigador señala los cultivos donde se puede aplicar y las limitaciones: «Esta tecnología permite controlar plagas si hay una trampa que sea muy efectiva. Por ejemplo, funciona muy bien con la mosca del olivo, la mosca de la fruta mediterránea, que ataca naranjos y albaricoqueros, o la Tuta absoluta, que ataca en invernaderos. En cambio, no es efectiva contra los vectores de la Xylella fastidiosa, ya que no hay ninguna trampa efectiva», añade.
En estos momentos, los investigadores trabajan en la combinación de esta tecnología con inteligencia artificial, para que se indentifique y cuantifique la especie que sale en la foto de forma automática.
El sistema se ha probado en una parcela cedida por el Servicio de Mejora Agraria (Semilla) de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación del Govern balear.
Lidera el proyecto un grupo multidisciplinar de investigadores de la UIB que forman parte del Instituto de Investigaciones Agroambientales y de Economía del Agua (Inagea). Con la ayuda de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI), el equipo está buscando empresas para transferir esta tecnología.
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