Jaume Bagur es el alma del negocio.

TWL

Dicen que las ideas pueden surgir en cualquier momento, de manera espontánea, pero la experiencia, los conocimientos y la información del exterior son claves para su generación. Estas son las claves del éxito de Idees Menorquines SL, una empresa que nació a principios de los años 90 como agencia de publicidad y servicios gráficos pero que progresivamente fue ampliado su actividad englobando trabajos relacionados con el diseño gráfico y la imagen corporativa hasta desarrollar una línea de negocio propia basada en la creación de una marca de camisetas genuinamente menorquinas y mediterráneas.

El alma e impulsor de toda esta creatividad es Jaume Bagur, cuya vena artística y emprendedora ha servido para liderar esta empresa familiar durante los treinta primeros años que ahora celebran. En 2019 facturaron 1,2 millones de euros y daban empleo a 14 personas en su fábrica de Ciutadella. La crisis les ha recortado la actividad a la mitad pero no la ilusión ni las ganas.

ORÍGENES. Jaume Bagur fundó Idees Menorquines en 1991, un año antes de acabar su carrera como publicista y diseñador en Elisava, la Escuela Universitaria de Diseño e Ingeniería de Barcelona. Su pasión por la pintura o el diseño venían desde pequeño y tenía claro que de mayor prefería no tener que trabajar en el almacén de curtidos que tenía su familia. Un amigo de su padre le pidió consejo sobre un logo que le habían hecho en la imprenta para un negocio que estaba a punto de abrir y de aquella conversación acabó dando forma a su agencia junto a un amigo.

“Me acuerdo que en aquella época hacer publicidad parecía como mal visto porque el concepto que tenían los clientes es que si hacían un anuncio, la gente pensaría que las cosas no iban bien”, explica el gerente de Idees Menorquines. “Entonces llamaban logo a un dibujo más o menos harmonioso que las imprentas regalaban al cliente que pedía imprimir unas tarjetas, con lo que el hecho de empezar a trabajar la imagen corporativa de una empresa por nuestra parte fue un avance”, añade.

Durante los dos primeros años, tuvo la agencia abierta en un altillo de Sa Contramurada en Ciutadella y posteriormente se trasladó a un local en la Plaça Menorca. La actividad de diseño gráfico les llevó a abrazar actividades relacionadas como la rotulación o la comercialización de artículos publicitarios ya que el objetivo era ofrecer un servicio integral que incluyera todas aquellas soluciones que fueran necesarias.

En paralelo también vieron oportunidades en la comercialización de artículos publicitarios y ropa de trabajo, haciendo crecer la empresa de forma orgánica. “Hacíamos un poco de todo, desde el diseño de folletos, catálogos o posters e incluso de preparación de material para exposiciones como las que que hacía Sa Nostra en Menorca y Mallorca”, explica el gerente de Idees Menorquines.

ECOLÒGICA LINE. Fue el descarte de un cliente potencial a una propuesta de diseño que Jaume Bagur les hizo para introducir una nueva línea de camisetas en su colección, lo que propició el nacimiento de la marca Ecològic Lines, que más tarde se llamaría Ecològica de Menorca. “Le comenté mi desazón a un amigo que tenía una tienda de ropa y me animó a comercializarlas en su establecimiento aquel mismo verano. De algún modo convertí un fracaso en una oportunidad, lo que me hizo aprender que las decisiones que tomas se pueden convertir en un camino de la vida”, afirma Bagur.

El éxito fue tal que agotaron existencias y al año siguiente aumentaron la producción y las introdujeron en dos tiendas más de la ciudad y una de Maó. En poco tiempo consiguieron que las camisetas de algodón de Ecològica de Menorca estuvieran presentes en una treintena de establecimientos de toda Menorca, lo que transformó por completo la actividad de Idees Menorquines.

“La estampación de camisetas con diseños propios inspirados en motivos menorquines acabó por convertirse en nuestro primer motor de facturación. De algún modo, se convirtieron en el complemento perfecto para el turista que llega a la isla, se compra sus abarcas, se pone una camiseta y entra en modo vacaciones como si fuera su uniforme de relax”, comenta Bagur.

“Los diseños se inspiran en mis aficiones por la naturaleza, por el mar, por las cosas sencillas y únicas que tiene Menorca”, detalla el empresario.

En 2005 decidieron construir una nave de más de 600 m2 en el polígono industrial para poder dar cabida a toda su actividad en un solo almacén donde realizar las creatividades, hacer el tratamiento artesanal de las camisetas así como la estampación y, al mismo tiempo, mantener el servicio de agencia de publicidad cuya actividad siempre se ha mantenido.

FINESTRETA. Desde el surgimiento de su primera marca, empezaron a recibir peticiones de Mallorca para poder comercializar las camisetas pero la política de Idees Menorquines era venderlas exclusivamente en Menorca, como una especie de sello de identidad para que el cliente viniera a pasar sus vacaciones en la isla si quería comprar una de sus creatividades.

Sin embargo, la crisis de 2008 les empujó a crear una segunda marca llamada Finestreta en la que se abrieron a un concepto de diseño de camiseta con motivos mediterráneos sin la palabra Menorca pero sin perder las raíces de autenticidad, colorido, sensaciones y naturalidad. “Con esta segunda marca pudimos abarcar comercialmente no solo a todas las Balears sino que nuestra camiseta se empezó a vender en puntos de venta de la Costa Brava, la Costa Blanca e incluso pudimos dar el salto a la Costa Azul, Italia o Alemania. La presencia se internacionalizó de tal manera que en temporada alta llegamos a producir 1.200 camisetas al día, cuyo volumen representaba el 70% de nuestra facturación”, explica Bagur.

“Renunciamos a la idea de tienda propia porque nos pareció que cada persona tiene que especializarse en lo que sabe hacer. Apostamos por los córners comerciales y también descartamos la venta online para no interferir comercialmente”, comenta. Idees Menorquines también dispone de dos marcas más, una vinculada a Ecològica de Menorca para niños y otra llamada Bebé Menorca, pensada para el turismo de Imserso que compra un recuerdo para sus nietos.

COVID. La irrupción de la pandemia en 2020 trastocó la estabilidad de Idees Menorquines ya que la paralización de la actividad turística supuso un varapalo para el negocio de las camisetas, cuyo stock fabricado superior a las 20.000 prendas quedaba frenado en el almacén sin poder dar salida. “Ante la situación de que muchas tiendas no podrían abrir y que los turistas tampoco viajarían, decidimos abrir por primera vez una tienda online para dar salida a todo aquel producto”, explica Jaume Bagur.

“La suerte es que gracias a la web finestreta.shop conseguimos mantener el pulso al negocio y ello ha sido un balón de oxígeno para nosotros”, añade. En paralelo han podido mantener sus otras actividades como la venta de ropa de trabajo o servicios de diseño.