La profesora de Derecho Mercantil de la UIB Petra M. Thomàs considera que 132 concursos presentados este año entre enero y septiembre no son muchos si se tiene en cuenta la situación de insolvencia en la que se encuentran muchas pequeñas y medianas empresas. “No son muchos, no solo por la moratoria actual sino también por la falta de alicientes que tienen las pymes para ir a concurso y el coste que el proceso les genera”, indica. “Debería verse el concurso como una forma de salvar enfermos y no como una forma de acabar con ellos y liquidarlos. Sin embargo, la reforma que se está gestando apuesta por planes de reestructuración preconcursales para empresas aún viables y prevé un proceso concursal especial para pymes con la idea de reducir costes y ganar celeridad en su liquidación”, añade.
“Si no hay exoneración plena, el concurso es papel mojado”
22/10/21 12:02
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