Francisco Vila, CEO de Arabella Hospitality España

TWL

Francisco Vila, CEO de Arabella Hospitality España, pone en valor el Castillo Hotel Son Vida, explica el nuevo lujo y repasa, entre otras cuestiones, las dificultades para contratar personal.

El Castillo Hotel Son Vida es uno de los hoteles de lujo por excelencia en Mallorca.
El hotel se inauguró en 1961 cuando la isla no era ni por asomo el destino turístico que es ahora. Hoy, Mallorca cuenta con más de 70 hoteles de cinco estrellas y el Castillo Hotel Son Vida sigue siendo el espejo que muchos toman como referencia de glamour, lujo y elegancia.

El hotel acoge la celebración del Mallorca Real Estate Summit por segundo año consecutivo. ¿Qué características tienen las instalaciones para acoger eventos?
El Castillo Hotel Son Vida dispone de un total de siete salas de conferencias modulables con luz natural, salas de descanso y una gran terraza para reuniones exclusivas, seminarios o conferencias de hasta 300 personas, con modernas instalaciones y toda la tecnología necesaria.

Han renovado recientemente las habitaciones, ¿la actualización es obligada?
Sí, ya que contamos con un gran porcentaje de clientes repetidores y sin perder la esencia y el carácter histórico del hotel, hemos renovado completamente las 164 habitaciones.

¿Un residente puede disfrutar del hotel sin pernoctar?
¡Por supuesto! Su gastronomía, su spa, su gimnasio, todas sus instalaciones están a disposición de cualquier residente. Es más, percibimos una demanda creciente al respecto, que fomentamos con el desarrollo de eventos a nivel local como los conciertos de verano ‘Son Vida Café', la creación del ‘Spa Son Vida Club' o actividades culturales o gastronómicas.

El concepto del lujo se ha transformado en los últimos años, pasando de atribuciones más ostentosas a una visión más relajada, saludable…
Efectivamente, lo ostentoso o fastuoso ya no se lleva, de hecho diría todo lo contrario. Nuestros huéspedes huyen de la petulancia o lo llamativo. Hoy se requiere un lujo más confortable.

Durante la pasada temporada turística hubo dificultades para contratar personal. ¿Continúa el problema?
La gestión de los recursos humanos se ha convertido en un verdadero factor de riesgo o de competitividad, si lo queremos ver positivamente. Evidentemente todos hablamos de los problemas de alojamiento o de los sacrificados horarios en el turismo, pero no perdamos el foco en que la actividad de servicios es de «personas que sirven a otras personas». Esta vocación de servicio, este deseo de ofrecer profesionalidad y felicidad a nuestro huésped, es el objetivo principal, por lo que aspectos motivacionales o de formación cobran cada vez más importancia.