En el mundo en el que vivimos, ya nadie duda de que la colaboración público privada es más necesaria que nunca para sacar adelante proyectos que de otra manera, sería imposible llevar a buen puerto. Lo acostumbramos a oír cuando se trata de movilizar fondos, cuando se trata de mejorar la calidad de la prestación de servicios o bien de ser más eficientes en el uso de los recursos disponibles, por ejemplo. En territorios pequeños como Menorca, pero también a nivel balear, cada vez será más necesario trabajar pensando en esta fórmula, aunque seguramente todavía nos queda mucho que aprender en la puesta en práctica de lo que significa esta colaboración a dos niveles. En nuestro país, la política de las colaboraciones entre lo público y lo privado ha generado una desconfianza y un cierto recelo en la opinión pública muy mediatizado por las concesiones administrativas (véase puertos, por ejemplo) que no han ayudado a impulsar fórmulas que funcionan muy bien en otros países. Recientemente he leído un documento elaborado por la Fundación Cotec en la que ayuda a desgranar una serie de propuestas innovadoras para incentivar este tipo de colaboraciones y en el que sienta de manera pedagógica las bases de lo que debe ser una relación sana entre los dos ámbitos.
Colaboración público-privada
28/04/23 8:50
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