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El pasado 10 de mayo las patronales CEOE y CEPYME firmaron en Madrid junto a los sindicatos mayoritarios UGT y CCOO el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, un acuerdo que prevé incrementos salariales del 4% este año y del 3% en 2024 y 2025. En total, un 10% en 3 años, que auguran paz social y crecimiento para empresas y mejoras para sus trabajadores. Un acuerdo que servirá de guía para desbloquear todos aquellos convenios que aún están pendientes de resolución en todo el país.

Me gustaría destacar en estas líneas la importancia de este Acuerdo para la Negociación Colectiva, no sólo por el contenido que ya he comentado, sino porque demuestra que las empresas y los sindicatos llegan a acuerdos al margen del Gobierno de turno. Algo que debería ser lo normal en una sociedad madura y democrática, aunque demasiadas veces la intromisión de los políticos contamina la negociación bipartita entre empresas y trabajadores. Si a los agentes sociales se les deja sentarse, dialogar y negociar con tranquilidad, los tiempos que sean necesarios y, especialmente, con discreción, los resultados acaban por beneficiar a todos.

La intromisión de los gobiernos de turno no es ajena a nuestra Comunidad Autónoma. Nadie pone en duda que, en algunas ocasiones, y con carácter absolutamente excepcional, el Govern puede mediar en algún conflicto, pero lo que no es en absoluto normal es que el Ejecutivo autonómico se ponga en medio de una negociación entre patronales y sindicatos con el único objetivo de atribuirse méritos que no son suyos, como hemos visto los últimos meses.

Las negociaciones tienen sus tiempos e incluso sus liturgias. Y cuando se fuerza una mediación no solicitada con un claro objetivo mediático y, en épocas como la que hemos vivido de marcado acento electoral, las consecuencias son las que hemos visto. Por tanto, asumamos la responsabilidad y tomemos ejemplo de lo acordado por CEOE, CEPYME, UGT y CC.OO. Sabemos negociar sin tutelas.
Así se lo hemos traslado en el pasado a nuestros gobernantes, y así lo volveremos a hacer con los nuevos responsables políticos salidos de las urnas el pasado domingo. Ellos saben lo que queremos los empresarios, esperamos que cumplan con sus promesas. Debemos trabajar conjuntamente para volver a tener la actividad económica prepandemia, que repercuta en el PIB y la renta per cápita en beneficio de todos los ciudadanos de estas Islas.

Nuestra independencia nos lleva a incidir que ejerceremos nuestra función con lealtad con los gobernantes, a quienes tendemos la mano con el deseo de que se formen gobiernos estables que den certidumbre al tejido empresarial. Esta certidumbre, unida a la seguridad jurídica, nos permitirá seguir generando riqueza, bienestar y puestos de trabajo en Balears.