El arquitecto Jaime Salvá tuvo la oportunidad de emplear el hormingón visto en el encargo de Patrick Hansmeier, de Sophisticade Projects.

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Hay ideas que te rondan en la cabeza esperando su oportunidad para hacerse realidad. Jaime Salvá, el alma de Jaime Salvá Arquitecura & Interiorismo (www.salvarq.com), hacía tiempo que ideaba la posibilidad de poner el hormigón visto al servicio de las viviendas de primer nivel. Tuvo que esperar, pero todo llega y el encargo de Patrick Hansmeier, de Sophisticade Projects, le dio la oportunidad.
Así surgió Envy, una vivienda que combina el concepto premium y el hormigón visto para proporcionar una sofisticación y diseño extraordinario frente al puerto deportivo de Santa Ponsa, con el Mediterráneo siempre omnipresente.

A simple vista y desde la distancia, dos detalles destacan en Envy: su estructura horizontal y una armoniosa integración el paisaje natural que rodea la casa. Es como si quisiera pasar desapercibida, no llamar la atención a pesar de la belleza de su construcción.

Al acercarse, la característica más llamativa de la vivienda es su exterior de hormigón visto, un material industrial que combina su funcionalidad estructural con una personalidad peculiar que otorga al conjunto una estética final única.

Pero vayamos al principio. Al recibir el encargo Jaime Salvá tenía una visión inicial del proyecto que coincidió perfectamente con la idea de Patrick Hansmeier, hasta el punto de que la primera propuesta fue la definitiva, más allá de las pequeñas e inevitables matizaciones. Esta comunión de ideas entre arquitecto y promotor fue uno de los éxitos del proyecto.