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La transformación digital está revolucionando el mundo empresarial, impulsando a las compañías a adaptarse para no quedar obsoletas. El primer paso que una organización debe dar es afrontar que ha dejado de ser solo un factor añadido de competitividad, y se ha convertido en un elemento indispensable sin el que no se entiende el funcionamiento de la empresa ni el modelo de relación con los clientes. Este cambio de mindset implica la integración de tecnologías digitales en todas las áreas de una organización, modificando profundamente tanto la forma en las que estas operan, como el valor y la experiencia que ofrecen a sus clientes, quienes cada vez esperan operaciones más fluidas, inmediatas y una atención personalizada.

La automatización de procesos es uno de los aspectos más destacados de la transformación digital. Herramientas como la robótica de procesos (RPA) están permitiendo a las empresas reducir el tiempo y esfuerzo requeridos para las tareas más operativas. Por otra parte, la gestión avanzada de datos, mediante el uso de Big Data y análisis predictivos, ofrece insights valiosos que ayudan a tomar decisiones informadas. La capacidad de sintetizar y analizar elevados volúmenes de información ha de ser un objetivo prioritario para las compañías, ya que puede generar oportunidades de crecimiento y mayor rentabilidad.

Sin embargo, estos avances tecnológicos unidos a la gestión de altos volúmenes de información traen también consigo desafíos significativos en términos de ciberseguridad. Las empresas deben prestar especial atención en reforzar sus medidas de protección para evitar vulnerabilidades y ataques cibernéticos, asegurando la integridad y confidencialidad de la información.

No hay duda de que la transformación digital ha redefinido la experiencia del cliente, permitiendo personalizar ofertas mediante el análisis de datos y el uso de inteligencia artificial. El reto está en que las compañías sean capaces de mantener el equilibrio entre la orientación al cliente y la eficiencia operativa, utilizando la tecnología para centrar los esfuerzos en los clientes, momentos y canales adecuados. Ofrecer una experiencia única implica la necesidad de adaptar cada tecnología y/o canal al rango generacional o perfil objetivo. Hay datos de estudios relevantes que demuestran que los jóvenes de entre 16 y 22 años prácticamente no llaman por teléfono o que la compra de productos o servicios a través de canales como las redes sociales disminuye hasta 30pp cuando hablamos de mayores de 45 años. Conocer el perfil del consumidor y adaptar los canales es vital para generar oportunidades y ofrecer una mejor experiencia.

Para que la transformación digital tenga éxito, es fundamental un cambio cultural dentro de las organizaciones, no existe la transformación digital sin una gestión óptima del talento y las personas. Fomentar una mentalidad que apoye la innovación y la adopción de nuevas tecnologías es crucial y las empresas deben invertir en capacitación y desarrollo continuo para que sus empleados adquieran las competencias digitales necesarias.

Una evaluación exhaustiva de los procesos actuales y la definición de una estrategia de transformación conjunta, involucrando a las principales áreas de la organización, suele ser un buen punto de partida. Adicionalmente, es necesaria cierta inversión en infraestructura tecnológica, enfocándose en la integración de nuevas tecnologías con los sistemas existentes. Este proceso puede ser complejo, pero es esencial para garantizar una transición suave y efectiva, permitiendo a las organizaciones adaptarse a un futuro aún más disruptivo con el avance de tecnologías como la IA.

Balears tiene importantes ejemplos de transformación empresarial e innovación tecnológica, con compañías líderes mundiales en sectores como el turismo. Estas organizaciones han sido capaces de desarrollar plataformas y nuevos modelos de comunicación con clientes, que les han permitido mejorar la experiencia y operar de forma más eficiente. Algunos ejemplos de ello son la utilización de realidad virtual para ofrecer experiencias inmersivas en la visualización de destinos y alojamientos antes de realizar una reserva o la implementación de chatbots y asistentes virtuales para brindar asistencia personalizada y responder preguntas en tiempo real.

En conclusión, la transformación digital no es una opción, sino una necesidad para las empresas que desean mantenerse competitivas en el entorno actual. Adaptarse a esta nueva realidad requiere de visión estratégica, cultura de innovación e inversión en tecnología y talento.