Llámame raro, pero lo que no pase en Eivissa no pasa en ningún sitio… Resulta que la semana pasada salta la noticia de que en nuestra isla tenemos una «pájara» que resulta que es «superhost» de Airbnb y que alquilaba su vivienda por 180 pavos la noche (más comisión de limpieza y del servicio de la plataforma). No me extraña que, al ser detectado por el servicio de inspección, se iniciara un procedimiento sancionador por publicidad y comercialización de habitaciones sin haber presentado Declaración Responsable del Inicio de la Actividad Turística, y sin tenerla inscrita en el Registro Insular de Empresas, Actividades y Establecimientos Turísticos. Es decir, a esta señora le dan una casa –y no se la dan a otra persona que seguro también la necesitaba– ¿y resulta que se pone a hacer negocio?
Una de las cosas que han funcionado ha sido que el alquiler, en el municipio de Santa Eulària des Riu, afortunadamente fue detectado por el equipo de Lucha Contra el Intrusismo del Consell d'Eivissa.
La verdad es que desconozco el alcance de la sanción que le puede caer, pero creo que hay cierto consenso en que perder la vivienda no sería un castigo desproporcionado.
VPO en Airbnb
21/06/24 7:30
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