Carmen Planas recuerda que la CAEB fue determinante en la creación de la Fundació Impulsa. | Aina Ambrosio

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Carmen Planas ya ha cumplido una década al frente de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB) con la ilusión intacta. Es consciente de las bondades de la economía de las Islas y apunta a la baja productividad como el principal reto a solventar.

¿Qué balance hace de sus años de gestión?
Estoy satisfecha. Creo que CAEB ha experimentado un gran cambio, se ha modernizado la organización y hemos conseguido formar un equipo de trabajo de gran valor. Hemos incrementado de forma sustancial el número de asociaciones, y ya contamos con casi un centenar. Además, hay una cincuentena de empresa colaboradoras. La influencia de CAEB ante las instituciones y la sociedad se ha incrementado. Hemos posicionado a nuestra organización en Madrid. Formo parte del comité ejecutivo de la CEOE y ejerzo de vicepresidenta de Cepyme, la patronal de la pequeña y mediana empresa. Y también estoy muy orgullosa de haber puesto en marcha la gala del empresario hace nueve años. Desde un primer momento hemos intentado poner en valor la figura del empresario, que estaba muy demonizada.

Y CAEB contribuyó de forma decisiva al nacimiento de la Fundació Impulsa.
No fue sencillo, pero lo conseguimos. La situación económica en 2014 no era fácil, pero junto al Govern y la Federación Hotelera dimos el empujón definitivo. Hoy en día, Impulsa está reconocida por la sociedad y su criterio es valorado de forma general y unánime.

¿Cuál es el principal reto pendiente?
El reto pendiente, sin duda, es mejorar la productividad de las empresas de Balears. Tenemos que conseguir que el crecimiento económico logre mejorar el bienestar de los ciudadanos.

¿Ha conseguido que la CAEB sea una organización independiente desde el punto de vista económico de los poderes públicos?
Sí. Hemos saneado por completo las cuentas de la CAEB. No dependemos del Govern, con independencia del color de quiénes ocupen el Consolat de Mar.

Pero siempre es más fácil entenderse con un Govern del Partido Popular.
La realidad es que con el anterior Govern tuvimos que superar una pandemia, con la economía de Balears completamente paralizada, y trabajamos de forma conjunta y satisfactoria. Y con este Govern el diálogo es también fluido.

Uno de los grandes problemas es la falta de trabajadores.
Es una dificultad que padecemos no solo en Balears. En las Islas, además, tenemos el problema que supone el prematuro abandono escolar. En este sentido, hay que considerar que hay un número importante de trabajadores que se fueron durante la pandemia y que no han vuelto. Y otro factor de gran importancia es la falta de vivienda y su alto precio. En este sentido, la vida, en general, es también muy cara en Balears. Hacer viviendas asequibles es uno de los grandes retos del Govern.

Los datos del paro son buenos y el número de afiliados a la Seguridad Social se incrementa. ¿Vamos por el buen camino?
Los datos de paro son buenísimos y el número de personas afiliadas a la Seguridad Social es muy elevado. El problema es la productividad, tanto en Balears como en España. Hemos de apostar por la formación, por las nuevas tecnologías, por la digitalización… es necesario invertir para modernizar las empresas.

Pero no dejan de aumentar las personas con dificultades para llegar a final de mes.
Hay que tener en cuenta los graves episodios geopolíticos que han provocado una inflación muy alta. Todo apunta a que los tipos de interés van ahora a la baja por lo que bajarán las hipotecas y la situación mejorará.

¿La solución es incrementar los sueldos?
Los sueldos han subido por encima de la inflación. Muchos convenios reflejan aumentos superiores al incremento de la vida. Si baja la inflación y se moderan los tipos habrá menos dificultades. Los sueldos han subido.

El Gobierno ha propuesto la reducción de la jornada laboral.
No nos interesa, puesto que pensamos que puede ser perjudicial. A numerosas empresas les sería muy difícil adaptarse a una reducción de la jornada laboral. Además, en muchos convenios ya se contemplan menos de las tradicionales 40 horas semanales. Nosotros pensamos que debe existir una flexibilidad para que los trabajadores puedan adaptarse a las necesidades de la empresa. Los datos de Cepyme apuntan a que la reducción de jornada costará 40.000 millones de euros a las empresas españolas.

Para el sector turístico sería especialmente costoso.
Es mucho más complicado. Tendría un coste muy importante.

¿Qué balance puede hacer de la temporada turística?
La temporada es buena, pero la facturación ha bajado en algunos sectores. Creo que vendrán más turistas que el año pasado. En todo caso, desde diferentes sectoriales nos dicen que vienen menos días y gastan menos.

Hemos de cambiar volumen por valor.
Hemos de apostar por la calidad. Se ha de continuar trabajando para erradicar el turismo de excesos. Deben, además, mejorarse las infraestructuras.

¿Deben llegar menos turistas, pero de mayor poder adquisitivo?
Yo no digo que tengan que venir a Balears menos turistas. Lo que pienso es que los que vengan han de ser buenos.

¿Pero han de llegar menos?
Creo que la Mesa del Pacto para la sostenibilidad deberá adoptar las decisiones más acertadas. Ha de considerarse el importante incremento de población que ha experimentado Balears en los últimos años. No será fácil, pero lo mejor sería llegar a un consenso. Siempre he pensado que Balears debería contar con un plan estratégico que apuntara a lo que queremos ser en un futuro. Debería fijarse una ruta consensuada, que no dependa del Govern de turno, sino que fuera aceptada por todos.

El alquiler vacacional está demonizado, se considera que es uno de los grandes problemas de Balears.
El ilegal, sí. Si está reglado y cumple con la normativa no debe existir ningún problema. Una apuesta valiente del Govern y consells sería homogeneizar las condiciones del alquiler turístico en plurifamiliares en todos los municipios. Y por supuesto luchar contra el ilegal.

Otro de los grandes retos de Balears es mejorar la movilidad.
Me parece muy bien la decisión del Govern de construir un cuarto carril en la autopista del aeropuerto para facilitar el tráfico en la vía de cintura. En los últimos años no se han mejorado las infraestructuras y hay muchas que están obsoletas e insuficientes. Hay que considerar el importante incremento de población que ha experimentado Balears. En las Islas, además, tenemos un parque de vehículos muy elevado. Y, evidentemente, debe mejorarse e incentivarse el transporte público.

¿Qué recomendación haría la CAEB a la Mesa para la sostenibilidad?
No me atrevo a recomendar, pero creo que debemos conseguir un equilibrio. Hemos de conseguir que los residentes estén contentos y no se sientan agobiados por el turismo. Debe facilitarse la convivencia entre residentes y turistas.

¿La CAEB tiene claro qué quiere para Balears?
Nosotros apostamos por un turismo de calidad, por un equilibrio entre visitantes y residentes.

¿Qué ha pasado para que una parte de la sociedad balear vea ahora con malos ojos al turista?
La masificación, en algunos momentos puntuales, ha existido. Es una de las causas. Deben emplearse las tecnologías existentes para mejorar los flujos de visitantes.

La Asociación de Empresas de Distribución de Alimentos, Bebidas y Limpieza (ADED) impulsa una campaña de desagravio al turista. ¿Qué le parece?
Me parece bien. No tenemos que ir contra el turismo. En Balears todos vivimos del turismo.

Catalunya contará con un nuevo sistema de financiación...
Balears necesita una financiación justa y un REB que compense realmente las dificultades que provoca la insularidad.