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El turismo de lujo está cambiando. Según McKinsey, los turistas de lujo son los que gastan al menos 500 dólares por día. El número de personas que están dispuestas a realizar ese gasto crece como consecuencia de los ahorros generados durante la pandemia, aunque ya casi agotados y por el sentimiento compartido de que es mejor disfrutar ahora y olvidarse de momento de comprar bienes duraderos. Estamos en tiempos de carpe diem.

Los turistas que pueden prefieren viajar en clases superiores. Las compañías aéreas están adaptando rápidamente sus salas VIP, las cabinas delanteras y el servicio para adecuarlas a una clientela que, al contrario de los que viajan por negocios, les importa más la calidad de la comida y la bebida que los horarios y las frecuencias.

En el mundo de la hotelería se está produciendo un fenómeno similar. La mayor parte de los nuevos hoteles son de los niveles superiores y sus salones, tanto en las ciudades como en los destinos turísticos están ocupados en gran medida por personas en pantalón corto y gorra de béisbol. Desde hace algunos años funcionan resorts all inclusive en algunos lugares de México y el Caribe que atienden a esa clientela ofreciendo servicio de habitaciones y mayordomía 24 horas, restaurantes del máximo nivel y champán.

En Europa, el todo incluido, es más modesto y tradicionalmente va unido al alcohol barato y bufés de barra libre. Pero ya suenan las campanas de un cambio. Hyatt, el líder mundial en este segmento con su Inclusive Colection ha firmado un acuerdo con el grupo Piñero para gestionar al 50% los hoteles de la marca Bahía Príncipe, no solo en el Caribe, sino también en España. Tras su experiencia con el Dreams Madeira de 366 habitaciones, planean extenderse a Canarias y elevar de categoría alguno de los 50 resorts que tienen en España, Grecia y Bulgaria.

Por supuesto ya hay resorts de este tipo en Marbella como el del grupo griego Ikos.
Algunos turoperadores han empezado a ofrecer productos de lujo, mientras su clientela tradicional busca en otros lugares del mercado servicios más baratos con vuelos en compañías de bajo coste y en todo tipo de alojamientos de uso turístico.