El Congreso rechazó la investidura de Pedro Sánchez el pasado mes de julio debido a la falta de acuerdo entre los partidos. | Efe

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¿Qué pasa si en las elecciones del 10N se repite el resultado del 28A? Esta pregunta está la mente tanto de muchos ciudadanos como de politólogos, que temen que España siga en un bloqueo político tras el nuevo paso por las urnas.

La pregunta no es descabellada, ya que las encuestas publicadas hasta la fecha dan un resultado muy similar al bloque de la izquierda y al de la derecha en los próximos comicios. Aunque puede haber variación en algunos partidos políticos, el voto que pierden unos lo recogen otros del mismo bloque ideológico.

Sin embargo, hay que tener en cuenta nuevos factores que no estaban presentes el pasado 28 de abril. Por un lado está la abstención, que se prevé más elevada debido al hastío político que padecen los ciudadanos. Por otro, la aparición de Más País, el partido liderado por Íñigo Errejón. Aún es pronto para saber cómo puede afectar este nuevo partido. Si bien algunos expertos consideran que puede dividir todavía más el voto de la izquierda, otros creen que puede captar el voto de los abstencionistas.

Aún está por ver a qué formación política pasa más factura la falta de acuerdo para formar Gobierno. Al PSOE no le ha ido nada bien este mes de septiembre en las encuestas, ya que perdió el relato de la culpabilidad por la repetición electoral. De hecho, hay cierta preocupación en Ferraz (sede de los socialistas) y trabajan para invertir esta tendencia.

A Podemos también le pasará factura. También por la aparición del partido de Íñigo Errejón, que ha logrado sumar a algunas de las confluencias que hasta ahora apoyaban a la formación liderada por Pablo Iglesias.

El gran damnificado en este momento es Ciudadanos, ya que la formación política presidida por Albert Rivera a la que las encuestas le dan una mayor pérdida de votos.

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Por el contrario, el PP parece que podría ser el gran beneficiado. Sin embargo, como se prevé que tanto Ciudadanos como Vox pierdan votos, el bloque de la derecha no parece que vaya a subir en su conjunto.

Por tanto, todo hace indicar que la noche electoral del 10N, tras el recuento de los votos, podemos encontrarnos ante un panorama muy similar al del 28A. ¿Quiere decir eso que estamos abocados a unas elecciones generales?

Aunque en política puede pasar de todo, hay factores para pensar que no. Los políticos son conscientes del malestar que esto provoca entre los ciudadanos y harán todo lo posible para evitarlas, llegar a un acuerdo y formar un gobierno.

A simple vista sí parece muy difícil un ejecutivo de coalición entre PSOE y Podemos. No obstante, dependerá del resultado electoral que logren estos partidos. Así, si la formación morada empeora mucho su resultado podría facilitar un gobierno de los socialistas con apoyos puntuales desde fuera.

Además, será interesante ver cuántos escaños logra Más País, que podría empujar a los podemitas a ceder sus escaños a cambio de acuerdos programáticos, pero sin estar presentes en el Consejo de Ministros.

Otra posibilidad es la abstención del bloque de la derecha. De hecho, Ciudadanos ya no es tan tajante con su no a Sánchez, entre otras cosas porque muchos de sus antiguos votantes, que procedían del PSOE, le están dando al espalda.

También se habla de que el Partido Popular podría hacer un acto de responsabilidad y abstenerse para permitir la investidura de Sánchez como presidente del Gobierno, como ya hicieron los socialistas en 2016 con Mariano Rajoy. No obstante, en la memoria de los populares está el «no es no» de Sánchez, que incluso dejó la secretaría general del PSOE por su negativa a hacer presidente del Gobierno a Rajoy.