El líder del PP, Mariano Rajoy (i), saluda a un grupo de simpatizantes, durante el acto público celebrado ayer por su formación en Melilla. | LAUREANO VALLADOLID

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El triunfalismo se adueñó ayer del PP, el día después del cara y cara, y se vendía satisfacción entre los dirigentes socialistas. Tras el esperado duelo, los populares coinciden en remarcar el estilo presidencial de Mariano Rajoy frente a un Rubalcaba que se avanzó a jugar su papel en la oposición. En cambio, el PSOE prefirió destacar que su candidato fue capaz de demostrar que su rival no tenía propuestas y creen que las encuestas muestran que la actuación de Rubalcaba consiguió su objetivo: movilizar el electorado. Los populares no esconden que ya ven a Rajoy como presidente del Gobierno tras el debate. Por ejemplo, el presidente de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra, manifestó ayer que en el cara a cara vio «a un buen presidente del gobierno futuro y a un no tan buen portavoz de la oposición».

De la misma opinión es el presidente de la Comunidad de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, quien indicó que el debate del lunes «coincide con la de la mayoría de españoles, que han entendido que el candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, ha estado mucho más a la altura de las circunstancias».

Conviccción

La candidata del PP por la provincia de Pontevedra Ana Pastor destacó la capacidad de convicción de Rajoy frente a un candidato socialista al que ha visto «muy nervioso».

Desde las filas socialistas, el comité electoral consideró que su candidato a la Presidencia del Gobierno consiguió su objetivo en el debate: empezar a movilizar sus indecisos, y que así lo avalan los sondeos que se hicieron públicos tras el cara a cara.

Según fuentes del equipo electoral de Rubalcaba, se admite que las encuestas dieron unánimemente la victoria a Rajoy, pero los socialistas se fijan especialmente en que le proclamaban ganador con un margen mucho menor del que, según los sondeos preelectorales, le saca a Rubalcaba en intención de voto.