Tras calificar la campaña de «complicada, bronca, atípica, polarizada y desagradable», ha lamentado que haya sido «poco edificante en el ámbito español», aunque el PNV haya intentado «marcar la diferencia». A su juicio, Euskadi es «diferente» y, por ello, los jeltzales han «focalizado el mensaje en que esto no va de Pedro Sánchez o Alberto Núñez Feijóo». «En Euskadi, el foco es Euskadi o Madrid y creemos que los vascos debemos poner la prioridad en Euskadi. Hay que ir a Madrid porque se deciden cosas importantes, pero con gente capacitada y que crea en lo que hace», ha defendido.
En este sentido, ha considerado que hay otros partidos que «cuando van a Madrid se mimetizan con los suyos y mandan las direcciones madrileñas», mientras que los representantes del PNV «van, pero vienen y escuchan lo que la calle les dice». «Una parte de los partidos se difuminan en sus grupos parlamentarios y otros decían hasta hace cuatro días que ir a Madrid era traicionar al pueblo vasco», ha criticado en referencia a EH Bildu. Por otro lado, ha reconocido que el objetivo que se plantean de cara al 23-J pasa por «contar con grupo parlamentario» y, a partir de eso, seguir manteniendo «una voz fuerte» en el Congreso.
Asimismo, ha censurado que los líderes de PSOE y PP hayan «exagerado hasta la extenuación» y ha sostenido que por lo que han dicho y hecho en campaña «casi se merecen un voto de castigo». «Han dejado el pabellón bastante bajo... Se ha usado la mentira como nunca, la calumnia, el juego sucio, las fotos, los debates trucados», ha reprobado. Por ello, Ortuzar ha defendido que, en Euskadi, «el voto refugio es el voto al PNV» frente a esa realidad «tan chusca». Además, ha resaltado que la formación jeltzale jugó en su momento «un papel fundamental» en el cierre de la central nuclear burgalesa de Garoña.
«Lo conseguimos, pero nos pidieron mucha discreción porque no querían que se politizara aquel asunto. Estuvimos callados hasta ayer porque hemos visto que en esa pelea tan bronca cada uno se quieren poner medallas que no son suyas», ha analizado. Respecto a la presente legislatura, ha señalado que en su inicio el presidente del Gobierno central «fue cumpliendo» y se produjeron traspasos de competencias como el de prisiones o el Ingreso Mínimo Vital, así como inversiones. «Solo en aportaciones físicas, hemos conseguido 600 millones para Euskadi esta legislatura», ha valorado.
No obstante, ha reconocido que también se han producido «sombras», como la generada por la pandemia de la covid-19 de la que Sánchez se «aprovechó un poquito para abusar del decreto ley y de la recentralización». «A partir de ahí, Sánchez, que es de regate corto, empezó con calculadora en mano para ver quién era el más barato, y como el PNV es duro y exigente, buscó socios diferentes. Eso provocó que compromisos que tenían que haber venido, no lo hayan hecho, como las competencias pendientes, más inversiones en el TAV, el futuro del Estatuto...», ha analizado.
De cara al inicio de la próxima legislatura, Ortuzar ha insistido en que el Estatuto de Autonomía sigue sin estar desarrollado en su totalidad y después hay que «pensar en la actualización del autogobierno». «Luego tenemos el tema de los fondos europeos. Hay que aprovecharlos bien y traer los que nos correspondan», ha indicado. En este contexto ha subrayado que el PNV «está a bloque exclusivamente con Euskadi», y se ha cuestionado por qué los jeltzales deben decir con quién se pueden «alinear».
«Tendrá que ser el que gane y tenga mejores condiciones para afrontar una investidura el que venga donde los demás y proponga que le votemos para algo», ha aseverado. Tras reconocer que en los últimos cuatro años los jeltzales han estado «en el entorno» del actual Ejecutivo, ha incidido en que lo «lógico» sería seguir ahí. «Pero claro, yo a Sánchez le he conocido con el 155 en Cataluña y he discutido con él de eso. ¿Si me pide el voto y quiere hacer esas cosas, se lo tengo que dar? Nos tendrán que decir a los demás para qué quieren nuestros votos», ha argumentado.
Así, ha advertido que si el PSOE apuesta, «como lleva en su programa», por una «recentralización de facto con el sistema de conferencias sectoriales y reuniones de presidentes, vamos a chocar y no le daremos el voto en esas condiciones». «Esto tiene que ser producto de una negociación. ¿Por qué tengo que hacer un contrato de adhesión a ciegas? Tendremos que hacer un acuerdo, con el que sea, aunque hoy en día no parece Feijóo», ha añadido.
A su entender, existen muchas posibilidades de que el PP «tenga que depender de Vox, lo que contamina todo al ser la formación de Abascal un partido tóxico para la democracia» y sin relación con el PNV. «Feijóo ha hecho una campaña más cercana a la ultraderecha que a la derecha o al centro. Con gente que quiere volver al pasado el PNV no tiene nada que hablar», ha manifestado.
Además, ha rechazado que en Euskadi haya habido «un cambio de ciclo» y, por contra, ha considerado que se vive una sociedad que «electoralmente tiene comportamientos distintos» y vota en cada elección «según le parece, con un voto más coyuntural». «Bildu no es nuestro adversario; esta campaña nuestro adversario es la polarización falsa entre Sánchez y Feijóo y que la gente decida, en vez de votar, ir a la playa», ha expresado, al tiempo que ha considerado que la coalición soberanista ha sido en campaña «el eco del PNV».
3 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Bien ahí. El PNV es el único partido de derecha decente de este país. Hace más de 20 años hicieron muchas cosas muy poco ejemplares y tuvieron unas direcciones muy radicalizadas, y les costó pagar la cuota de sangre, porque ETA no miraba a quién mataba; y reconocieron sus errores. El PNV de Urkullu, Ortuzar o Aitor Esteban no tiene nada que ver con aquel partido envejecido y tibio con el fascismo de ETA.
SIGAN PERDIENDO VOTOS y dejen todo en manos de Bildu...
A ningún partido le he oído querer volver al pasado, es que han que quisieran es imposible, esto es el mantra de estos independentistas que menudo susto les darían si les dejaran salir de España, creo que fue Puerto Rico que también había un movimiento independentista que quería irse de ESTADOS UNIDOS, salió un 90 por cien que querían quedarse, es el discurso rancio tendencioso de estas fuerzas que viven con un régimen fiscal mejor que los demás españoles