Si la cita electoral del próximo 28 de mayo se presume intensa para los ciudadanos de Baleares, todavía lo será un poco más para los habitantes dePalmanyola. El hecho de ser la única Entidad Local Menor que existe en las islas hace que en las dos mesas que se instalarán, se vea una imagen única. No serán tres, sino cuatro las urnas por las que deberán desfilar los más de dos mil ciudadanos empadronados allí (2.197 según el censo del INE correspondiente a 2022) con derecho a voto en la población geográficamente perteneciente al municipio de Bunyola, aunque con rango administrativo singular.
Porque, además de votar a las elecciones autonómicas, insulares y municipales, en Palmanyola se elige al alcalde o alcalcesa pedáneo, figura sin otro caso igual en el archipiélago y que esta legislatura ha ostentado Arnau Llinàs, de la formación Som-AVI, con base en la entidad local menor. Un rango que posee Palmanyola desde junio de 1985, cuando le fue concedido por el Consell de Mallorca.
El proceso electoral de Palmanyola, por su singularidad, lleva consigo que posea una normativa propia para desarrollar estos comicios, a partir de los artículos 51 a 55 de la Llei de règim local de les Illes Balears de 2006, que regulan las Entidades Locales Menores. De esta manera, la elección del alcalde o alcaldesa pedáneo se realiza por mayoría absoluta, con urnas, papeletas y sobres específicos. Si los sobres y papeletas de las elecciones al Govern son de color sepia, los del Consell azul y los de los ayuntamientos blancos, los de la Entidad Local Menor han lucido el color verde.
Imagen de la plaza de Palmanyola, donde se ubica la Entidad Local Menor.
En este caso, los vecinos de Palmanyola votan directamente al alcalde, aunque los cuatro miembros que compondrán la Entidad Local o Junta Vecinal serán escogidos, siguiendo la Ley d'Hondt, en concordancia con los votos de la candidatura más votada al Ajuntament de Bunyola. Un entramado y una fórmula que pueden generar confusión, e incluso puede darse el caso singular de que el alcalde gobierne en minoría.
Una situación que, además, encuentra otra traba en el hecho de que en las últimas citas no han coincidido los colores políticos de los equipos de gobierno de la Entidad Local Menor de Palmanyola y del Ajuntament de Bunyola, generando tensiones en las relaciones entre ambas entidades, como las surgidas a lo largo de esta legislatura, en relación a la recomendación de un informe de la Sindicatura de Comptes de les Illes Balears (SCIB) que recomendaba al Govern «analizar la necesidad de la existencia de la ELM de Palmanyola» y aseguraba que su disolución acabaría con «duplicidades innecesarias».
En la cita electoral del 28 de mayo próximo concurrirán un total de cinco fuerzas políticas y otros tantos candidatos en Palmanyola: Arnau Llinàs (Som-AVI El Pi), Joan Baos (PP), Joel Cendrós de Groote (Esquerra Oberta de Bunyola), Sandra Llop (PSIB-PSOE) y María José Verdú (Vox). Sos las mismas que harán lo propio en la carrera por recoger el testigo de Andreu Bujosa (EOB) en la alcaldía de Bunyola, cargo que ostenta desde 2015.
A ver, que me entere yo: 2000 personas eligen un alcalde, las mismas personas que habitan en alguna pequeñas urbanizaciones de Palma. Otro absurdo. Hay que reducir políticos ya.
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A ver, que me entere yo: 2000 personas eligen un alcalde, las mismas personas que habitan en alguna pequeñas urbanizaciones de Palma. Otro absurdo. Hay que reducir políticos ya.