Imagen de un pasillo de Son Espases. | Emilio Queirolo

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La salud mental de la población balear se ha resentido drásticamente a raíz de la pandemia del coronavirus. Más urgencias, más ingresos hospitalarios y más consultas, hasta un 16 % en 2022. Solo hay que echar un vistazo a los datos que se manejan: uno de cada diez baleares consume antidepresivos, dos puntos más respecto al año 2019; y si hablamos de consumo de ansiolíticos, también aumenta hasta un 12,39 %, tres puntos más respecto a antes de la COVID-19. Respecto a las cifras de tentativas de suicidio, los datos tampoco son halagüeños: Baleares sigue con un porcentaje de entre el 27 y 30 % de aumento de tentativas de suicidios infanto-juveniles y de un 40 y 45 % de adultos. ¿Qué proponen los partidos en sus programas electorales para poner freno a esta situación?

El PSIB-PSOE, que llega gobernando los últimos ocho años, ha anunciado un «plan de choque» para resolver los problemas de salud mental, especialmente enfocado hacia los jóvenes y adolescentes de las Islas. Así, la actual presidenta socialista y candidata al Govern, Francina Armengol, movilizará «más recursos que nunca para acabar con esta lacra tan importante». Para ellos, invertirán en la contratación y mejora de las ratios de profesionales de la salud mental, hasta lograr, al menos, las ratios que recomienda la Organización Mundial de la Salud. Además, acelerarán la creación de infraestructuras, siempre con una visión inclusiva y desestigmatizante y desarrollarán dispositivos de atención a la conducta suicida específicos de emergencias dentro del 061.

Sobre este tema, el Partido Popular pretende impulsar las estrategias correspondientes al Plan de Salud Mental con especial atención a la prevención del suicidio y a la población infantojuvenil, ofreciendo así un servicio integral de salud mental dotado de los recursos suficientes. Su objetivo pasa por reforzar el papel de la Atención Primaria con un aumento de recursos para garantizar la prevención, detección y atención de trastornos mentales y psicológicos; también aquellos derivados o potenciados por el uso de tecnologías, a través de programas de formación dirigida a pediatras, profesorado y de la incorporación de psicólogos clínicos o psicólogos generales sanitarios en los centros de salud.

Pretenden desarrollar y crear recursos de rehabilitación multidisciplinares poniendo especial atención a la patología dual y la dotación de los recursos necesarios para atender estas situaciones en las distintas islas. También llevan en su programa poner en marcha de centros de día para usuarios con patología mental sin necesidades ocupacionales.

Unidas Podemos, por su parte, quiere hacer de la salud mental una nueva prioridad la próxima legislatura. El estrés y la ansiedad son cada vez más comunes en nuestra sociedad y es importante que el sistema de salud pueda ofrecer servicios de salud mental y psicología. Para ello han prometido que triplicará el número de profesionales de salud mental en la sanidad pública para atender la «alta demanda» y reducir las listas de espera actuales haciendo especial incidencia a la juventud y a colectivos vulnerables.

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Entre otras muchas medidas, quieren crear servicios de Psicología en los hospitales públicos, ampliar la cobertura de atención psicológica en el Sistema Nacional de Salud, incrementar la ratio de psicólogos clínicos, como mínimo, consiguiendo los 10 psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes y ampliar el Programa de Intervención Psicológica en Atención Primaria, al menos duplicando la dotación actual. Y en el ámbito municipal proponen la puesta en marcha de un Plan de Salud Mental en Palma con servicio público de atención psicológica para jóvenes.

Vox, mientras, defiende la creación de un Plan Nacional de prevención, cuidado y tratamiento de los trastornos relacionados con la salud mental. Como ocurre con tantas otras cosas, no puede ser que la atención a la salud mental dependa de las comunidades autónomas. Y por supuesto, mientras eso ocurre, necesitamos potenciar nuestro servicio sanitario y el número de profesionales para que la salud mental no sea un producto de lujo que muy pocos pueden permitirse.

Ciudadanos quiere ampliar la cobertura de Atención Psicológica en nuestro sistema sanitario, Según indican, no se ha fortalecido la respuesta necesaria a la salud mental y bienestar emocional de la población. La pandemia ha agudizado este problema y hay que atajarlo. Las familias y, especialmente, los jóvenes necesitan instrumentos para lidiar con situaciones emocionales complicadas o con problemas como el estrés, la ansiedad o la depresión. Para ello, implantarán la figura del psicólogo especializado en Psicología Perinatal como profesional de referencia en todo aquello relacionado con la Salud Mental Perinatal.

Además, también hacer hincapié en la necesidad de incrementar la ratio de psicólogos clínicos hasta llegar a un mínimo de 10 por cada 100.000 habitantes. Estableceremos un plan de choque para reducir la demora en la citación y disminuiremos las listas de espera para ser atendido por las Unidades de salud Mental en Atención Primaria.

El PI ha anunciado que impulsará la contratación de un psicólogo en cada centro de salud de las islas, con el fin de descongestionar la actividad en los hospitales del archipiélago y su sistema sanitario. Además, El Pi reclama más coordinación entre los centros educativos de Baleares con el sistema público de salud y de protección de la salud mental para frenar la lacra del suicidio infantil. Y MÉS per Mallorca aboga, como todos, por aumentar la plantilla de psicólogos clínicos hasta llegar a 17 por cada 100.000 tarjetas sanitarias.