TW
0

El régimen chino condenó ayer a un tercer dirigente de la disidencia a una dura pena de prisión, ignorando las protestas internacionales provocadas la víspera por las condenas de otros dos de sus colegas. Qin Yongmin, uno de los más veteranos defensores de los derechos humanos y de la democracia en China, fue condenado a 12 años de prisión por tentativa de subversión en Wuhan (centro). El lunes, otros dos dirigentes de la oposición, Xu Wenli y Wang Yucai, habían sido condenados a 13 y 11 años de prisión respectivamente por los mismos motivos. Los tres hombres fueron detenidos por sus tentativas de legalización del Partido Demócrata Chino (PDC). Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Alemania han dirigido críticas por los procesos expeditivos a que fueron sometidos los disidentes chinos.