El primer ministro iraquí, Tarek Aziz, inspeccionó ayer con varios miembros de su Gobierno instalaciones militares en Bagdad.

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AFP/EFE - WASHINGTON El alto funcionario de la Administración de Bill Clinton, que solicitó el anonimato al hablar con la prensa, puso como ejemplo un regimiento de la Guardia Republicana, la unidad de élite del régimen iraquí, sospechosa de proteger un depósito de armas nucleares, balísticas o bacteriológicas.

Pero, agregó, esta misma Guardia republicana «también está encargada de proteger al régimen» del presidente Sadam Husein y por tanto es posible mediante esta vía «informarse de los medios que usa el régimen para protegerse». «Sería demasiado inocente creer que es posible establecer una especie de parasol chino» entre los dos grupos de informaciones militares, estimó.

Horas antes el portavoz del secretario general de la ONU, Fred Eckhard, dijo que «no sólo no tenemos «pruebas indiscutibles» de esos alegatos, no tenemos prueba alguna, sólo rumores», al señalar que Annan sabía que algunos periodistas investigaban esos rumores porque le habían llamado por teléfono para preguntarle al respecto.

El embajador ruso, Sergey Lavrov, rehusó comentar sobre las acusaciones publicadas ayer, pero recordó que él calificó el último informe de Butler de mal intencionado, inexacto y en ciertos aspectos totalmente falso, y demandó su destitución como responsable de justificar por adelantado el bombardeo de Irak que llevaron a cabo EE UU y el Reino Unido, y que Rusia condenó.