Los negociadores del Gobierno colombiano y de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC) abrieron ayer las discusiones de
la mesa de diálogo, en las que el grupo rebelde condicionó una
posible tregua al avance en ocho de diez puntos propuestos.
Los tres negociadores de las FARC y los cuatro representantes
del Gobierno se reunieron ayer por primera vez en el departamento
del Caquetá (sur), donde el presidente colombiano, Andrés Pastrana,
abrió las negociaciones el jueves pasado, sin la presencia del
líder insurgente, Manuel Marulanda, «Tirofijo», de 68 años.
Aunque los negociadores rebeldes y representantes
gubernamentales guardaron hermetismo, el jefe militar de las FARC,
Jorge Briceño, alias «Mono Jojoy», concedió extensas declaraciones
a los periodistas y anunció un posible alto el fuego cuando se
acepten las exigencias de las FARC, que no precisó.
«Por ahora vamos bien y pensamos que esto va a salir pronto»,
subrayó «Mono Jojoy», y agregó que la ausencia de «Tirofijo no debe
interpretarse como una «frustración o desplante», sino que se debió
al temor por un atentado.
Los representantes de ambas partes comenzaron a dialogar ayer en
el caserío de La Machaca, a menos de una hora por tierra de San
Vicente del Caguán, para definir la agenda de temas y las fechas de
los pasos siguientes dentro del proceso de paz.
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