TW
0
EFE - LONDRES Las seis potencias del «Grupo de Contacto» exigieron ayer que los separatistas albaneses de Kosovo y las autoridades centrales de Belgrado alcancen un acuerdo de paz en un plazo máximo de tres semanas. En una reunión ministerial en Londres, el Grupo se propuso imponer un proceso de paz al modo del puesto en marcha en Bosnia, al convocar a ambas partes en conflicto a negociaciones intensivas a puerta cerrada, en un lugar cerca de París, que deben comenzar el próximo día 6 y desembocar en un acuerdo antes del día 20 de febrero.

Las negociaciones, en la localidad de Rambouillet, serán presididas por el ministro francés de Exteriores, Hubert Vedrine, y su colega británico, Robin Cook.

La urgencia de la situación en la conflictiva provincia serbia quedó subrayada por la muerte ayer de 24 kosovares y de un policía serbio. La misión de la OSCE en Kosovo descubrió 24 cadáveres al inspeccionar ayer el pueblo kosovar de Rogovo, tras una operación matinal de las fuerzas serbias contra el Ejército de Liberación de Kosovo (UCK). Jorgen Grunnet, portavoz de esa misión de la OSCE en Pristina (capital kosovar), afirmó que las víctimas eran «sobre todo civiles», aunque admitió que los observadores encontraron «fusiles al lado de los cuerpos».

En Belgrado, el presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, apostó por «un diálogo directo» con los separatistas albaneses, aunque evitó rechazar expresamente la convocatoria a las negociaciones bajo la mediación de la comunidad internacional. La guerrilla albanesa de Kosovo, por su parte, indicó que «estudiaría» una invitación a las negociaciones, si la recibiera, y pronto daría una respuesta, según el encargado de «relaciones exteriores» del UCK, Pleurat Sejdiu.