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EUROPA PRESS - ESTOCOLMO La pista kurda en el asesinato del primer ministro sueco Olof Palme, investigada hasta ahora sin éxito en un caso que obsesiona la conciencia colectiva del país nórdico, reapareció después de las acusaciones de Abdalá Ocalan contra su ex esposa, publicadas ayer.

Según el popular diario «Sabah», el jefe del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) habría afirmado que el asesinato del primer ministro sueco Olof Palme, ocurrido en 1986, «fue ordenado por su ex esposa, Kesire».

Abdalá Ocalan habría hecho estas acusaciones ante los magistrados en la prisión de la isla de Imrali, situada en el mar de Mármara, donde se encuentra actualmente detenido.

El Ministerio sueco de Justicia rechazó hacer comentarios sobre las declaraciones del jefe rebelde kurdo, que fueron presentadas por «Sabah» como «confesiones».

De otra parte, y mientras siguen celebrándose multitudinarias manifestaciones en Europa pidiendo la liberación de Ocalan, ayer se supo que un kurdo de 26 años, que resultó herido el pasado 17 de febrero en Berlín en el recinto del consulado de Israel en el tres kurdos murieron a manos de los agentes de seguridad israelíes, ha muerto.