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AGENCIAS - MOSCÚ El presidente ruso, Boris Yeltsin, aseguró ayer a su homólogo estadounidense, Bill Clinton, que Rusia no intervendrá militarmente en el conflicto de Kosovo y que no enviará más barcos a la región, al tiempo que advirtió que el líder yugoslavo, Slobodan Milosevic, «no capitulará» y que Rusia tampoco permitirá que Yugoslavia se convierta en un «protectorado» de la OTAN.

En su primera conversación desde el comienzo de los bombardeos aliados, el 24 de marzo, y que se celebró a petición de la parte norteamericana, Yeltsin dijo ayer a Clinton que el cese de los ataques es «premisa esencial» para una solución política a la crisis de los Balcanes. «No existe una solución militar al conflicto, puesto que Milosevic no capitulará». «Confían en vano» en conseguir la rendición de Milosevic, recalcó Yeltsin durante la conversación, con una duración de 50 minutos.

Según el presidente ruso, Estados Unidos y sus aliados «quieren lograr una victoria (militar) y convertir a Yugoslavia en su protectorado». «No podemos permitirlo, pues es una zona estratégica de gran importancia», destacó.

Al tiempo, el presidente ruso subrayó que «lo principal para la solución de la situación» en Yugoslavia es que Belgrado acepte la presencia de una fuerza multinacional de paz en Kosovo, que Milosevic se niega tajantemente a autorizar.

«Hace falta que Milosevic acepte una operación de paz porque si la OTAN se atreve a una acción terrestre habrá muchas víctimas», afirmó Yeltsin en la primera crítica a la postura intransigente del dirigente yugoslavo.