El mapa político de Reino Unido se redibujará hoy con las
elecciones en Escocia y País de Gales. La apertura de una nueva
página en la historia del país se basará en la descentralización
del poder concentrado hasta ayer en el Parlamento de Westminster.
Treinta millones de electores británicos participarán en unas
elecciones locales que crearán parlamentos autónomos en Cardiff y
Edimburgo.
Según los sondeos, los laboristas ganarán en ambos territorios y
pueden lograr la mayoría absoluta en Gales, mientras que en Escocia
gobernarían en coalición. Las elecciones autonómicas suponen poner
en marcha el plan promovido por el primer ministro, Tony Blair. No
obstante, los comicios se perciben de forma distinta en Gales que
en Escocia, ya que en esta última existe un sentimiento
nacionalista mucho más arraigado. Gales democratizará los diversos
entes de la administración en estas elecciones.
Tras 300 años de unión con Inglaterra, Escocia recupera otra vez
su Parlamento, para el que han hecho campaña electoral personajes
tan famosos como el célebre agente 007, Sean Connery.
Escocia tendrá margen de actuación en materia fiscal, en
sanidad, desarrollo económico, agricultura y gobierno local. En
cambio, el Parlamento de Londres mantendrá la soberanía estatal.
Tras la descentralización escocesa y galesa la autonomía podría
llegar también a Inglaterra ya que se han creado las Agencias de
Desarrollo Regional, que podrían ser el inicio de un traspaso de
poderes.
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