Jefes militares de la Alianza Atlántica dictarán hoy a Yugoslavia
los planes de la retirada de las tropas serbias de Kosovo.
Representantes militares aliados y yugoslavos se entrevistan hoy en
«algún lugar de la frontera» entre Macedonia y Yugoslavia, con el
fin de debatir «las modalidades» para la retirada de las fuerzas
serbias de Kosovo y un «régimen de verificación», afirmó ayer el
portavoz civil de la OTAN, Jamie Shea. La Alianza no suspenderá sus
ataques hasta que se produzca «el comienzo de una rápida y
verificable retirada de las fuerzas serbias», afirmó Shea, quien
resaltó que la OTAN quiere ver «hechos sobre el terreno. Hasta que
eso no se produzca la operación aérea continuará».
Simultáneamente, los ministros de Exteriores del G-8 (los siete
países más industrializados y Rusia) se reunirán mañana en Colonia
para aprobar el borrador de resolución sobre el conflicto de Kosovo
que será presentado al Consejo de Seguridad de la ONU, confirmó el
portavoz del Ministerio alemán de Exteriores. La resolución del G-8
será aprobada por el Consejo de Seguridad «probablemente el
domingo», afirmó el ministro austriaco de Exteriores, Wolfgang
Schuessel.
El ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, afirmó ayer en
Madrid que «tenemos la paz al alcance de la mano» en Kosovo, y
mostró su confianza en que en «pocos días» cesen definitivamente
las hostilidades, se pueda iniciar la retirada de las fuerzas
serbias, y cesen inmediatamente los bombardeos. Resaltó que los
jefes militares estudian hoy cómo se organiza la retirada serbia, y
cómo se procede al despliegue de la fuerza de pacificación,
mientras mañana el Consejo de Seguridad de la ONU puede aprobar la
resolución sobre el tema. «Creo que estamos preparados para un
despliegue muy rápido y el lunes puede empezar la retirada serbia
de Kosovo y la entrada de la fuerza de paz el lunes», apostilló
Matutes.
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