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IVAN PROTIC - CACAK Unos 10.000 simpatizantes de la oposición liberal serbia salieron ayer a las calles de Cacak (Serbia central) para pedir la dimisión del presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, a quien culpan de la trágica situación económica y del aislamiento de Yugoslavia. «Nos ha enfrentado con todo el mundo, nos ha avergonzado. Un millón de personas está sin empleo, otro millón son refugiados y uno más ha huido de Serbia. Somos el país de los contenedores (de basura). Ese es el resultado de la política de Milosevic», dijo a los congregados Vladan Batic, uno de los dirigentes de la Alianza por el Cambio.

Esta coalición, formada por varios partidos extraparlamentarios de oposición de Serbia, organizó ayer la primera manifestación antigubernamental desde que el pasado sábado se abolió el estado de guerra en Yugoslavia.

La protesta, que duró más de una hora, transcurrió sin incidentes de importancia, a pesar del estallido de un potente petardo, que no causó heridos ni provocó el pánico entre los asistentes. Los congregados portaron banderas del Partido Democrático (DS), la Unión Cívica (GSS) y el Partido Socialdemócrata, principales integrantes de la Alianza por el Cambio, así como una pancarta con el lema «No podemos ir con vosotros al mundo porque no tenéis pasaporte». De esta forma se aludía al hecho de que el Tribunal Internacional para la antigua Yugoslavia, con sede en La Haya, ha acusado de crímenes de guerra a Milosevic y cuatro de sus colaboradores y a que la Unión Europea (UE) ha prohibido la entrada en su territorio a gran número de funcionarios serbios.

Los observadores advierten de que es difícil saber cuál es la influencia real de los partidos pro occidentales que forman la Alianza por el Cambio, dado que no tienen acceso a los medios de comunicación. Coincidiendo con la manifestación, el presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, se mostró ayer a favor de la puesta en marcha de «reformas», y en especial del desarrollo de una «economía de mercado», según un comunicado difundido a la prensa por los medios de comunicación oficiales.