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FRANCE PRESS - PRISTINA El jefe de la Fuerza internacional de Paz para Kosovo (KFOR), el general Michael Jackson, afirmó ayer que la masacre de Gracko podría formar parte «tanto de una revancha local como de un plan mucho más siniestro y organizado» destinado a atentar contra los esfuezos de Paz en Kosovo.

Se estudian actualmente «un buen número de posibilidades», añadió el general Jackson en una rueda de prensa, para intentar identificar a los autores de la matanza de 14 campesinos serbios, ejecutados el pasado viernes en Gracko (centro de Kosovo).

La amplitud de la masacre, la matanza más grave desde la entrada en vigor de la KFOR el pasado 12 de junio en Kosovo, «lo eclipsa todo por el momento», subrayó el oficial británico, negándose a dar más precisiones sobre las diferentes pistas.

Un oficial de la KFOR, que prefirió permanecer en el anonimato, no excluyó que la masacre hubiese podido ser organizada por fuerzas paramilitares serbias para poner en entredicho a la ex guerrilla del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) y «torpedear» la acción de Naciones Unidas y de la OTAN en la provincia.