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JOSÉ MANUEL SANZ - BRUSELAS El ministro de Defensa británico, George Robertson, único candidato a suceder al español Javier Solana al frente de la OTAN, no ha conseguido todavía el consenso de los 19 gobiernos aliados para la misión.

Los embajadores permanentes ante la Alianza decidieron ayer aplazar al miércoles el nombramiento del nuevo secretario general de la OTAN, después de que un pequeño grupo de delegaciones no se pronunciara sobre la candidatura de Robertson.

«Todavía no hay consenso, porque algunas delegaciones no tienen instrucciones de su capital», aseguró un participante en la reunión de los embajadores.
Según otra fuente, fueron tres países «pequeños» los que no estuvieron en condiciones ayer de sumarse al consenso creciente en torno al aspirante británico, un «duro» de la reciente guerra contra Yugoslavia. Impidiendo el nombramiento en la primera vuelta, dicho grupo de países estaría tratando de poner de manifiesto, no objeciones de fondo, sino más bien su descontento por la manera en que «los grandes» dirigen los asuntos internos de la OTAN